La trayectoria del Villarreal B las cuatro últimas temporadas es de notable alto. Si no le alcanza para sobresaliente es porque no ha logrado volver a Segunda. Ahora bien, hoy visita el Rico Pérez un rival que no pierde el hambre por jóvenes y debutantes que sean sus jugadores y por frustraciones sufridas. Lo mismo le ocurre al primer equipo. Se trata de un club diferente, que está alejado de la presión por conseguir títulos, plazas Champions y ascensos, donde lo importante es reforzar la idea de juego para ganar. Con esa filosofía trabajan Calleja y Álvarez, respaldados por la familia Roig. De hecho, atacar está remarcado en amarillo fluorescente en el ideario. En el Mini Estadi castellonense han brillado Carlos Martínez, Carlitos López, Dalmau... Ahora, el turno le ha llegado a Millán, Villa y Espiau. De momento, los dos últimos vienen de estrenarse en la primera jornada. Quién sabe si alguno de los dos estará cerca de la veintena en la jornada 38. Lo que es seguro es que ocasiones va a haber. Su veterano y valiente entrenador sabe que atacando más que el rival habrá más posibilidades de ganar. Ésa es la idea que está mamando en Villarreal. Habrá quien diga que un gran equipo se construye gracias a una defensa inexpugnable. Seguramente. Sin embargo, ¿y la satisfacción del espectador también se construye solo con victorias? Si el espectáculo deportivo en esta categoría brilla por su ausencia (no es la única), es de agradecer que existan clubes como el que hoy visita Alicante para animar al aficionado. También es de aplaudir que Calleja se atreva a apostar por canteranos como Quintallà y Pau Torres para ser titulares en Primera. Veremos a qué se anima Álvarez en el Rico Pérez para dar un golpe de efecto desde el principio.