La semana avanza con un ritmo torpe marcada por el retrogusto agrio que ha dejado en la parte de la ciudad que piensa en blanquiazul el empate en El Prat. Volaron dos puntos que parecían garantizados cuando Benja aedelantó al Hércules a ocho minutos del final. «Fastidia empatar así porque sabemos lo difícil que es adelantarse en este tipo de campos», reconoce Diego Benito después del entrenamiento matinal. Tal vez por eso, el futbolista madrileño, que ayer regresó al trabajo con el grupo tras la jornada de descanso del martes, está impaciente por probar el césped natural de su estadio. «Tenemos muchas ganas de jugar en el Rico Pérez, con nuestra gente», reivindicó el centrocampista.

El domingo (19.45 horas), el equipo de Planagumà recibe al Villarreal B, que se impuso en su debut liguero al filial del Levante por 2-1 tras sobreponerse a un gol en propia puerta. «Nos vamos a encontrar un rival vertical, con gente joven y que vienen con muchas ganas de ser profesionales», avisa Benito antes de añadir que el conjunto de Castellón «es uno de los rivales más fuertes» del Grupo III.

El futbolista blanquiazul considera que las incorporaciones realizadas en verano por la dirección deportiva hacen elevar el nivel del vestuario en el que ha prevalecido la continuidad a pesar de la no consecución del objetivo. «La competencia es buena para el equipo, para el club, para todos...», y no duda a la hora de calificar como «grandes» a los tres delanteros a las órdenes del preparador barcelonés: Jona, Benja y Carlos Martínez. Alejandro Alfaro, de baja todavía por una distensión en el tobillo que se produjo en pretemporada, tiene consideración de mediapunta para el resto de compañeros.

Diego Benito, a diferencia de lo mantenido el año anterior, no elude la presión de acabar liderando el grupo al final de la fase regular: «Desde que hemos llegado, tenemos una cosa en mente: el ascenso será más fácil si quedamos primeros. Esa es la mentalidad del grupo», defiende el mediocentro, que sigue siendo incuestionable en su posición para Lluís Planagumà.

Y aunque el técnico catalán puso el foco en los fallos ofensivos y la incapacidad rematadora de Jona como principal motivo de los puntos que se escaparon en El Prat, el futbolista madrileño se acordó de la indecisión en cadena que firmaron Samuel e Ismael Falcón en el tramo final del encuentro: «No podemos tener fallos como el de la pasada jornada, pero tenemos que pasar página y lograr que no vuelva a suceder».

Juli deja de entrenar con el equipo a la espera de resolver su rescisión

La extinción del año de contrato que aún le resta a Julián Cerdà «Juli» con el Hércules entra en la recta final. De hecho, el delantero alcoyano, que hasta el lunes trabajaba como uno más en el seno del grupo, ayer ya no se vistió de corto. El futbolista, sin ficha federativa para competir como blanquiazul este curso, sigue a la espera de llegar a un acuerdo amistoso en la resolución de su despido, que no tiene vuelta atrás. La única duda que queda a este respecto es saber si el jugador tendrá que denunciar al Hércules en los tribunales porque no está de acuerdo con las condiciones que le propone la entidad que preside Carlos Parodi. Eso le obligaría a retrasar el cobro de la indemnización hasta que el juez establezca la cuantía de la misma, algo que puede prolongarse más de seis meses. El Hércules busca que Juli renuncie a parte de lo que le corresponde por ficha, algo el delantero de 38 años ni se plantea. Ya ha rechazado dos propuestas de los abogados del club. Ramírez, que fue quien le firmó tres temporadas, estuvo ayer en las oficinas, pero tampoco pudo disuadirle. El Hércules no podrá tener a Juli en la grada ya que el Reglamento General lo impide. Todos los profesionales sin lesiones de larga duración tienen que disponer de su ficha en regla obligatoriamente.