Yeray ya respira herculanismo y piensa en clave blanquiazul. El centrocampista tinerfeño tiene claro el motivo por el que regresa Alicante: "Quiero sacarme la espina que se me quedó clavada cuando me fui".Y no es un tópico. Su forma de salir de la entidad tras su enfrentamiento con Vicente Mir, el tiempo en el que fue feliz en la ciudad y el recuerdo que le quedó de la gente han tirado de él para rechazar ofertar superiores a la que le hizo llegar Javier Portillo nada más concluir la temporada.

"Ahora tengo una familia y primo la tranquilidad. Esta ciudad me da todo eso. Me gusta vivir aquí. Además, siento que tengo la obligación de corresponder devolviendo al equipo al lugar del que nunca debió salir. Tenemos cimientos para conseguirlo, hay un buena base del año pasado y continuidad en la idea del entrenador, así que eso es una ventaja con respecto al resto", reconoce el futbolista canario, que ya está a las órdenes de Planagumà.