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Obituario

Koldo Aguirre, el vasco que se enfrentó a dos leyendas

Fallece a los 80 años en Bilbao el entrenador que dirigió al Hércules en Primera desde 1979 a 1982 - La mala relación con Kustudic y Giuliano marcó su etapa en Alicante - El equipo se salvó en sus dos primeras temporadas, pero bajó en la tercera

Koldo Aguirre, el vasco que se enfrentó a dos leyendas

Koldo Aguirre, fallecido este miércoles en Bilbao a la edad de 80 años, oscureció su etapa como entrenador del Hércules (1979-81) por un descenso a Segunda División tras una mala recta final de competición en su último año. Su trayectoria en Alicante quedó salpicada por dos sonados enfrentamientos con dos de las vacas sagradas del vestuario alicantino: Kustudic y Giuliano. Leyenda del Athletic Club, tanto como jugador (1957-69), como al frente del banquillo de San Mamés (1976-79), el vasco llegó a Alicante en la undécima jornada de la liga 76-77 como sustituto de Benito Joanet, con la misión de mantener al equipo alicantino en Primera División, objetivo que cumplió con apuros al marcar la frontera de la salvación superando a los tres clubes que descendieron: Rayo, Burgos y Málaga.

En cambio, la temporada siguiente sí atravesó de manera holgada la línea de meta de la permanencia al clasificar al equipo en decimotercera posición antes del verano del 81. Sin embargo, durante esa campaña se sentaron las bases de una crisis que abocó meses después al descenso, con el choque frontal con la principal estrella del equipo, el goleador yugoslavo Miodrag Kustudic.

La relación entre el vasco y el montenegrino comenzó a torcerse cuando el técnico encontró a Megido y a Kustudic sobre las doce de la noche acabando una cena en el restaurante Nou Manolín. A partir de ahí, el técnico sometió a especial marcaje a ambos, centrando su fijación en el delantero yugoslavo, al que dejó fuera en un partido de Copa frente al Figueres, de Tercera División, que, a la postre, apeó sorprendentemente al Hércules de esta competición. El sonoro fracaso se trató al día siguiente en el vestuario. En presencia de la plantilla, del presidente José Rico Pérez y de varios directivos, Kustudic recriminó a Koldo que su caprichosa decisión de dejarlo sin vestir había costado muy caro al club.

La herida se abrió más durante otra noche de un día entre semana, cuando Koldo se presentó por sorpresa en el pub Hollywood, un conocido local de copas en el centro de Alicante, para «cazar» a Kustudic en una salida nocturna. Al día siguiente, le impuso una multa de 100.000 pesetas.

Una vez confirmada la continuidad de Koldo Aguirre antes del verano del 81, quedó claro que el goleador yugoslavo, que cerró aquel año con 12 dianas, no iba a continuar vistiendo la camiseta herculana y abandonó el club con destino a Mallorca, no sin antes abrir una brecha en la grada del Rico Pérez, cuya afición tomó partido por el delantero.

La temporada siguiente (81-82) registró otro enfrentamiento con repercusión. Carmelo Héctor Giuliano, el central argentino que había forjado su leyenda en el Hércules tras cuajar excelentes campañas desde su llegada en 1974, cayó gravemente lesionado en un partido de Copa ante el Cartagena del año anterior. Su lento proceso de recuperación, dada la lesión de gravedad en la rodilla, le llevó a recibir el alta días antes de que la selección argentina disputara un amistoso pactado con el Hércules en el Rico Pérez, al haber elegido Alicante para jugar la primera fase del Mundial 82. Esa misma semana, Koldo Aguirre le comunicó a Giuliano que iba a regresar ante el combinado de Menotti, orden que el central no admitió: «Si todavía estoy recuperando la forma tras más de un año parado, cómo quiere que me ponga enfrente de Maradona y Ramón Díaz. Ni con una cuerda los freno», replicó Giuliano a un Koldo que no encajó bien la respuesta de su jugador, hasta el punto de cortar toda comunicación con él.

La relación se agrió todavía más semanas más tarde, en un partido de Copa frente al Sevilla B. Aguirre hizo saber a Giuliano que reaparecería en ese encuentro, pero finalmente le dejó fuera sin darle explicaciones.

Curiosamente, años después de su salida, Koldo contactó telefónicamente con Giuliano para pedirle disculpas al reconocer los errores que enturbiaron la relación entre técnico y jugador.

Por otro lado, hay quien recuerda la apuesta valiente de Koldo Aguirre con la cantera, al haber dado la alternativa a varios futbolistas alicantinos en Primera División como Sala, Parra, Mañuz, Cobos y Reces.

Con todo, la trayectoria se truncó en la parte final del ejercicio 81-82, al sumar dos empates en los últimos cuatro partidos, cifra que finalmente arrojó al equipo a Segunda División.

Joseba Betzuen, exjugador del Hércules y amigo personal de Koldo, recuerda una conversación posterior con el matrimonio Aguirre, en la que la esposa del entrenador vasco desveló su añoranza por la etapa alicantina: «Lloré cuando dejé Bilbao parar ir a Alicante, pero lloré más cuando tuve que abandonar Alicante para regresar a Bilbao».

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