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La plantilla se juega la gloria y una prima de 450.000 euros

Luis Barcala y Enrique Ortiz, encabezan la expedición, que viaja hasta Santiago en vuelo privado y después por carretera hasta Ponferrada

Saludo entre el dueño del Hércules, Enrique Ortiz, y el entrenador, Lluís Planagumà, ayer en el aeropuerto de El Altet. héctor fuentes

Los jugadores del Hércules no solo se juegan la gloria deportiva hoy en Ponferrada, ya que de conseguir el soñado ascenso a Segunda se repartirían una prima de 450.000 euros. Este premio extra fue pactado entre los jugadores y el dueño del club Enrique Ortiz hace ya varias semanas y era ligeramente superior si el equipo lograba el ascenso habiendo acabado la Liga regular como primero.

El empresario alicantino encabeza la expedición del Hércules que ayer voló a Ponferrada en vuelo chárter. Ante la imposibilidad de utilizar el Aeropuerto de León, el grupo aterrizó en Santiago de Compostela y se desplazó después hasta la capital de El Bierzo en autobús.

Este mismo trayecto (206 kilómetros) deberán realizarlo después para regresar a Alicante. El chárter únicamente tenía capacidad para 48 personas y una de ellas finalmente fue el alcalde Luis Barcala, acompañado por su mano derecha, el concejal José Ramón González.

El primer edil departió con el capitán Chechu Flores y varios jugadores y dio ánimos también al técnico Lluís Planagumà, que no perdió la sonrisa prácticamente en ningún momento pese a que la eliminatoria está cuesta arriba por el 1-3 de la ida. El preparador barcelonés ha querido que viajen a Ponferrada todos los futbolistas de la plantilla, incluidos el lesionado Stephane Emaná (sin ficha desde febrero) y los canteranos Víctor Olmedo, Pedro Torres y Pablo Puig, que han entrenado con el primer equipo a diario. De hecho los dos primeros tuvieron minutos en Liga a las órdenes de Planagumà.

Ortiz también reclutó para el avión privado (que costó 50.000 euros) a su socio Juan Carlos Ramírez y al consejero Valentín Botella.

Paliza de autobús

Directiva, jugadores y técnicos viajaron en vuelo chárter, pero los 300 aficionados que hoy darán su calor al Hércules en El Toralín recorren los más de 800 kilómentros entre Ponferrada y Alicante en autobús, por lo que pasarán unas 24 horas seguidas en el vehículo entre la ida y la vuelta.

Los autocares partían esta mañana, a las 4.15 horas, desde el Rico Pérez y regresarán al término del partido.

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