No hubo milagro en El Toralín porque no hubo gol, el mismo mal que ha condenado al Hércules toda la temporada. Necesitaban los blanquiazules marcar tres tantos o más para remontar el 1-3 del Rico Pérez pero nunca estuvieron cerca de hacerlo, por lo que el Hércules se condena a una sexta temporada consecutiva en el pozo de la Segunda B. La Ponferradina fue superior en el global de la eliminatoria y saborea ya las mieles del fútbol profesional.

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Ponferradina - Hércules: Las imágenes del partido

El conjunto de Jon Pérez "Bolo" castigó bien pronto la apuesta arriesgada de Planagumà, que dejó sólo a Diego Benito en el centro del campo como organizador, con Chechu Flores un poco más avanzado. El punta local Bravo pudo marcar ante Falcón en posición inmejorable a los dos minutos, pero el gaditano repelió su disparo, algo que no pudo hacer pocos segundos después cuando Sielva recogió en la frontal del área un despeje de Pablo Íñiguez para ajustar su derechazo al palo corto y firmar el 1-0.

Este mazazo no varió demasiado el guión del partido porque el Hércules necesitaba igualmente marcar tres goles. La Ponferradina no tuvo problemas en dar el balón a los alicantinos, a los que les costó un mundo llegar a la meta de Manu García. Juanjo Nieto avisó con dos voleas desde la frontal del área que no encontraron portería y una de las llegadas más claras tuvo lugar en el minuto 29, cuando Pol Roigé ganó la línea de fondo y asitió a Benja dentro del área en posición inmejorable, pero el "9" no llegó a disparar para desesperación de Planagumà. La ocasión más clara del Hércules antes del descanso llegó en la última acción de la primera parte en un saque de esquina prolongado de cabeza por Samuel y rematado en boca de gol por Benja, pero el exdelantero del Elche estrelló el esférico en el larguero.

Planagumà arriesgó un poco más en el descanso al sentar a Juanjo Nieto y dar entrada a Jona, actuando Pol Roigé como lateral derecho. El Hércules dispuso de una doble ocasión muy clara en el minuto 60 para darle emoción a la final, pero ni por esas. El primer remate de Carlos Martínez lo sacó el portero con apuros y el segundo de Chechu Flores, a bocajarro, rebotó en un zaguero cuando el balón se disponía a entrar en la portería. El técnico blanquiazul quemó las naves y cambió de sistema sentando a Adrián Jiménez y Jesús Alfaro, pero nunca inquietó realmente a una Ponferradina que ascendió sin sufrir.

Mención aparte merecen los 350 herculanos que desafiaron a la carretera y se desplazaron hasta El Toralín, a más de 800 kilómetros de Alicante.