Machada o seguir otro año más en el infierno. No hay más opciones para el Hércules hoy (19.30 horas, Cuatro) en Ponferrada. El soñado regreso al fútbol profesional está solo a 90 minutos porque el equipo de Planagumà llegó a la gran final, pero el doloroso 1-3 encajado en el Rico Pérez complica la empresa mucho más de lo deseable.
Tan cerca pero a la vez tan lejos de salir del pozo. Los jugadores blanquiazules han luchado esta semana a contrarreloj para recuperar la autoestima y la confianza ya que aún no está todo dicho pese al mazazo de la ida. La plantilla quedó grogui y desconcertada tras los dos zarpazos del extremo Isi y hoy pretende pagarle con la misma moneda a la Ponferradina. El objetivo del Hércules es marcar pronto para que al equipo de Bolo le aparezcan las dudas y los miedos.
El técnico blanquiazul Planagumà no ha dado la más mínima pista sobre el once que pondrá esta tarde en liza pero de su discurso sí se deduce que no llevará a cabo ninguna revolución. El joven preparador barcelonés considera que el Hércules dispuso de ocasiones suficientes para incluso ganar en la ida y por este motivo podría incluso repetir once, dejando en el banquillo a Jona, que pide a gritos una oportunidad.
Parece poco probable que Planagumà siente a Carlos Martínez y Chechu, dos de sus atacantes de más confianza, pese a que hace una semana pasaran especialmente inadvertidos. Sí que han insistido el técnico y los jugadores en que el Hércules deberá salir hoy en El Toralín con el cuchillo entre los dientes y volcado desde el inicio sobre la portería de Manu García, quien desbarató en el Rico Pérez un mano a mano con Benja en el minuto 10 que pudo cambiar el devenir del choque porque hubiera supuesto el 1-1.
Todo parece indicar que Planagumà no variará el sistema, por lo que Fran Miranda y Diego Benito repetirán en la sala de máquinas. Los laterales tendrán especial vocación ofensiva y ahí se abre una puerta a la esperanza para el alicantino Nani, que ha pasado de ser protagonista durante toda la temporada a suplente en la promoción porque Adrián Jiménez es más del gusto del entrenador.
En la banda derecha es fijo Jesús Alfaro y en la izquierda lo más probable es que repita Chechu en el que podría ser su último partido con el Hércules. Tuvo una tarde aciaga en la ida pero el entrenador cree que debe estar siempre en el campo en el momento de la verdad para ofrecer un último servicio. Algo parecido sucede con Carlos Martínez, que desperdició dos ocasiones claras en el Rico Pérez y acabó desquiciado, pero es demasiado importante en la pizarra como para darle descanso por primera vez en la gran final. Por su parte, Benja es intocable como «9». El punta catalán busca su cuarto ascenso tras los conseguidos con el Elche, Cultural Leonesa y Barcelona B y hoy quiere ser protagonista. El director deportivo Javier Portillo peleó lo indecible por él para que marcara diferencias a la hora de la verdad y no hay más oportunidad que la de hoy.
Por su parte, la Ponferradina ha lanzado esta semana innumerables mensajes de cautela pese a tener la eliminatoria muy a su favor y su técnico Jon Pérez Bolo es plenamente consciente del potencial ofensivo del Hércules y la peligrosidad que supone salir a tumba abierta a por la remontada. Pero es innegable que todas las estadísticas y las previsiones juegan a favor de los de El Bierzo, que no reciben goles en El Toralín desde febrero. Es uno de los campos más «calientes» y con mejor ambiente de toda la Segunda B y hoy colgará el cartel de «No hay billetes», ya que se agotarán las cerca de 9.000 localidades. El Hércules estará representado en la grada por 350 valientes que desafían a la carretera y confían en poder celebrar un ascenso en directo que tendría tintes de épica.
Recibimiento de Barcala a la afición
