Lleno de época en El Toralín para recibir al Hércules mañana (19.30) en la vuelta del «play-off» de ascenso a Segunda División. Ponferrada se ha volcado con su equipo, que vino de Alicante el pasado domingo con un 1-3, una renta que allana muy mucho su camino de retorno a la categoría de plata tres temporadas después.

El club berciano colgó ayer el cartel de «no hay billetes» (el estadio tiene una capacidad de unos 9.000 espectadores) y la expectación es máxima. Tanta que en la madrugada del miércoles al jueves varios aficionados acamparon a las puertas del estadio para conseguir las entradas que la Ponferradina puso a la venta para el trascendental choque. Sillas, hamacas, comida, bebida y varios juegos de mesa amenizaron la espera de una afición a la que ni siquiera frenó una noche al raso.

El club puso a la venta ayer por la mañana un millar de entradas para el público en general-después de garantizar una localidad a sus 5.000 abonados, venderles otras 1.500 para acompañantes y remitir 500 al Hércules- para la cita de mañana.

Por parte del Hércules, irán cuatro autobuses de aficionados (alrededor de unos 300), que saldrán mañana por la mañana y regresarán tras el encuentro de Ponferrada. Otros 50 irreductibles marcharán en coches particulares.

Pantalla gigante

El Ayuntamiento de Ponferrada instalará una pantalla gigante de televisión en el pabellón del Toralín para que los ponferradinos y bercianos que se han quedado sin entrada para el partido de ascenso entre la Ponferradina y el Hércules de Alicante y no quieran perdérselo puedan acudir mañana a presenciar la retransmisión del mismo.

La Ponferradina ya ascendió a Segunda División ante un equipo alicantino, fue en la 05-06 ante el Alicante CF. Entonces los bercianos empataron a uno en El Toralín y subieron en el Rico Pérez, coyuntural casa celeste, tras vencer 0-1 con un gol de Fran Domínguez, hermano del exherculano Luismi.