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A por el cuarto lleno del siglo

Unos 20.000 aficionados ya tienen su entrada para el partido de este domingo entre Hércules y Ponferradina de la ida de la final por el ascenso a Segunda - El Rico Pérez no cuelga el «no hay billetes» desde la visita del Barça en 2011

Ambiente en el Rico Pérez en la visita del Real Madrid en la 10-11. antonio amorós

El Rico Pérez se prepara para una jornada histórica. Con tres días todavía por delante para comprar entradas, ya se bordean los 20.000 billetes vendidos para la visita de la Ponferradina al Hércules de este domingo (20 horas) en la ida de la final por el ascenso a Segunda División.

El día de ayer en las taquillas del estadio alicantino volvió a ser frenético y se despacharon casi cuatro mil entradas más. Esa cantidad, sumada a las 12.000 ya acumuladas durante la semana, eleva la cifra a unas 16.000 nuevas localidades. En total, alrededor de los 20.000 fieles porque cinco mil abonados entran gratis y no han necesitado pasar por taquillas.

De esta manera, la asistencia al Rico Pérez de este domingo será una de las más numerosas en todo el siglo XXI. En este tiempo, el estadio alicantino se ha llenado en tres ocasiones y la afición herculana, más animada que nunca por el ritmo impecable del equipo de Planagumà, busca la cuarta.

La última vez que el coliseo blanquiazul rebasó los 20.000 espectadores fue en la visita del Cádiz de hace tres años, en la final del «play-off» de ascenso a Segunda de la 15-16. Entonces 27.000 personas (2.000 de ellos, gaditanos) casi llenaron el estadio, pero el Hércules no pudo cantar el alirón. Aquella ocasión fue la última vez que se abrió la grada del Mundial, cariñosamente llamado como Tejero, y ahí fue donde se ubicaron los aficionados visitantes. Este domingo se le volverá a dar uso a la grada.

Barça, Real Madrid y Alcalá

El último lleno del Rico Pérez data de la visita culé en Primera División, en enero de 2011. Entonces 30.000 almas presenciaron la victoria del Barça por 0-3 ante un Hércules que dio la cara, pero que comenzaría una caída libre sin remedio hasta Segunda División.

Pocos meses antes, en octubre de 2010, el Real Madrid llamó la atención de 29.000 aficionados, en un partido que terminó 1-3, pero en el que se había puesto por delante el Hércules gracias a un sensacional cabezazo de Trezeguet.

En junio de 2005, la visita del Alcalá de Henares, en la final del «play-off» por el ascenso a Segunda División, el Rico Pérez también colgó el cartel de «no hay billetes». Y así 30.000 personas celebraron el ansiado ascenso tras seis años en el pozo de Segunda B. Fue, y seguirá siendo, la última celebración en casa porque en 2010 el Hércules cantó el ascenso a Primera División en Irún.

Amén de esos tres llenos y el «entradón» ante el Cádiz, el Rico Pérez también ha albergado en este tiempo otra decena de partidos con aforos superiores a 20.000 personas. A los ya citados le siguen los 27.000 espectadores que se dieron cita para ver al Rayo Vallecano en la 09-10, en pleno esprint por el ascenso a Primera. Aquel día, en la penúltima jornada de campeonato, el estadio explotó de alegría con el gol de la victoria de Portillo a falta de dos minutos para el final.

Un año antes, 25.000 personas fueron testigos de la victoria (3-1) ante el Tenerife, en un final de temporada que no fue suficiente para ascender a Primera. Aquel año el Hércules se quedó a las puertas de la gloria tras hacer 78 puntos y quedar cuarto clasificado. El «top 10» del siglo XXI lo cierran otras tres citas de la temporada de Primera (Atlético, Valencia y Athletic) y una visita del Albacete en mayo el curso del ascenso.

A la vista está que Alicante arde con el Hércules cuando huele un ascenso y cuando los dos grandes del fútbol español llegan al Rico Pérez. Este domingo, ante la Ponferradina, se espera otra jornada para recordar.

55.000 personas y altercados de los Ultra Sur en 1986

El Rico Pérez se inundó de gente como nunca lo había hecho ni lo hará. La visita del Real Madrid en marzo de 1986 congregó a 55.000 personas en el estadio. Los Ultra Sur sembraron el caos y la Policía no pudo controlar una entrada masiva sin billetes. Al Rico Pérez accedieron 15.000 personas de más, cuando el aforo era entonces de 40.000 espectadores. Se temió por una tragedia como la de Heysel en Fondo Norte y hubo batalla campal, detenidos e ingresos en el Hospital.

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