Clima de gran cita en Logroño, ciudad que busca volver a colocar a un equipo en el fútbol profesional 19 años después. La UD Logroñés no llega con el mejor de los resultados a esta vuelta de la semifinal por el ascenso a Segunda, pero confía en voltear el 3-1 con el que llega de renta el Hércules.

La afición riojana prepara una gran atmósfera prepartido y recibirá al autobús del equipo en la calle República Argentina, donde se ubica el estadio, a partir de las 16.00. Una hora antes los hinchas logroñeses harán masa en el Parque Gallarza, habitual punto de encuentro. Desde allí, la marea blanquirroja pretende caminar conjuntamente hacia Las Gaunas, en un trayecto de unos 500 metros de distancia.

La UD Logroñés ha propuesto que todos sus aficionados lleven distintivos blanquirrojos y las peñas han diseñado un tifo para el graderío. La idea es entrar al estadio antes de que comience el calentamiento.

Logroño busca un lleno en Las Gaunas que no se produce desde que la selección española jugara en 2015 ante Luxemburgo. El estadio cuenta con 16.000 butacas y en la anterior ronda del «play-off» de ascenso acogió a 9.141 espectadores ante el Badajoz. «La ciudad está renaciendo futbolísticamente hablando [el mítico Club Deportivo Logroñés dejó de competir en 2009] y la gente ahora está animándose», explican desde el seno de la entidad riojana.

«Lo vamos a conseguir»

Iñaki Sáenz, futbolista del Logroñéz, aseguró ayer que en el vestuario se cree en la remontada: «Cada día que pasa el equipo está más convencido de que lo vamos a conseguir». «El factor de la gente va a ser muy importante, determinante, y no tenemos duda de que nos van a apoyar», apuntó el centrocampista riojano.