Adrián Jiménez Gómez (Madrid, 1992) ha adquirido en esta promoción de ascenso el protagonismo que no ha tenido en el resto de la temporada por obra y gracia de Lluís Planagumà. El joven técnico barcelonés ha apostado a la hora de la verdad por la experiencia y la agresividad de este polivalente zaguero que en sus inicios destacó como central zurdo pero que con el paso de los años actúa indistintamente como lateral. Ha desbancado al canterano Nani y ante el Logroñés cuajó su mejor partido del curso.
P Apenas había tenido oportunidades durante toda la temporada y ahora es protagonista. ¿Cómo se encuentra?
R Muy contento de poder ayudar al equipo a la hora de la verdad. No lo puedo negar, estoy muy feliz, uno se siente futbolista de verdad jugando en estos ambientes. Como decía el «míster», debía esperar mi oportunidad porque Nani lo estaba haciendo bien y ahora la quiero aprovechar.
P Planagumà le elegía para jugar en campos pequeños y de césped artificial...
R Esa fue su decisión y, como no podía ser de otra manera, la respeté. Yo llegué de los últimos el pasado verano sin hacer pretemporada. Luego Nani estuvo a un nivel sobresaliente y me tocó esperar. A nadie le gusta, pero esto es así, en un grupo debes saber cuál es tu rol en cada momento y apoyar de la misma manera. El partido de Baleares me dejó mal sabor de boca y después no pude quitármelo hasta mucho tiempo después contra el Castellón. Por suerte eso es pasado y de todo se aprende.
P ¿Se ve usted a un nivel parecido al mostrado en el Toledo?
R No sabría responder a eso, esas comparaciones no hay manera de medirlas... Yo ahora estoy con confianza, mis compañeros creen en mí, el entrenador también, tengo continuidad... Luego en los partidos podré subir más la banda como el otro día o menos, en función de que lo que necesite el equipo y cuál sea la lectura del encuentro.
P ¿Qué relación tiene con Nani?
R Genial, convivimos las 24 horas prácticamente. Yo estoy en Alicante solo, tengo la familia en Madrid, así que hay un grupo que pasamos muchas horas juntos fuera del campo, entre ellos está Nani. Tenemos un vínculo como si fuéramos una familia.
P ¿Cómo se afrontará el partido de Logroño con el 3-1 a favor?
R Hay que ir a ganar, a tumba abierta, sin dudas. Si salimos a especular o a defender, estamos muertos, eso lo tenemos todos claro. El 3-1 nos da una ventaja, pero hay infinitos casos de remontadas con resultados aún mejores, solo hay que ver al Barcelona en la Champions, al Castilla en la promoción... Además, no se puede salir un partido a defender y esperar que pasen los minutos porque se te hace eterno.
P En la ida ya quedó claro que al Logroñés le pueden hacer daño...
R Al Logroñés le gusta tener el balón y nosotros podemos hacerles daño a la contra, pero tengo claro que será un partido durísimo y desde el primer minuto debemos pensar en marcar y nada más. Es una final.
P En el Rico Pérez estuvo cerca de evitar el 0-1. ¿Cómo recuerda la jugada?
R Fue una acción aislada en la que tapó el primer disparo desde el suelo pero con tan mala suerte de que después el balón le cae al rival, que fusila a Falcón. Así es el fútbol, por detalles se deciden los partidos. Por ejemplo, en el gol de Carlos de cabeza, su marcador se resbala y por eso remata solo. La suerte puede caer de cualquier lado en jugadas puntuales.
P ¿Qué me dice de los 18.500 del Rico Pérez?
R Impresionante, no encuentro las palabras. Pero no solo ese partido, también en la eliminatoria ante el Barakaldo la despedida que nos hicieron fue increíble. Y muchos aficionados nuestros se cruzaron España para animarnos allí. Lo del domingo pasado fue una locura, ya desde el recibimiento al autobús.
P Esos recibimientos deben ponerles como motos...
R Insisto, es una locura. Dan ganas de bajar del bus, coger una bengala y entrar al campo con ella (risas). Es un subidón impresionante, ni cafeína, ni nada... El pasado verano todos en el vestuario nos pusimos como reto
P En la primera eliminatoria apareció Benja, en la segunda Carlos y Alfaro. ¿Cree que la profundidad de la plantilla es una de las claves?
R Por supuesto, aunque tire un melón hacia delante, los que lo reciben siempre lo hacen bueno, hay mucha calidad, un equipazo. Y en el vestuario somos una familia. Portillo y Planagumà querían un vestuario unido y con buena gente y lo han conseguido.
P ¿Le gustaría quedarse más años en Alicante?
R Por supuesto, tengo otro más en caso de ascenso y es un sitio magnífico para jugar.
P ¿Alguna promesa si consigue el ascenso?
R Sobre la marcha lo decidiré... Me vienen mil locuras a la cabeza pero mejor me centro en el partido siguiente, que aún nos queda mucho que pelear.
P ¿Alguna preferencia para una hipotética final o ni quiere oír hablar de eso?
R Solo pienso en Las Gaunas, no nos podemos despistar porque lo pagaríamos muy caro.
