Si a un español de la Generación Z (personas nacidas después de 1995), se le pregunta por la relación entre fútbol y La Rioja, ¿qué respondería? Probablemente con Fernando Llorente (Rincón de Soto, 1985). Si la cuestión se le hace a un español nacido en 1980, la cosa cambiaría. Hipotéticamente, entre las respuestas más utilizadas, estaría el CD Logroñés. Éste fue un equipo que generó mucha simpatía y que no existe desde hace 10 años, fruto de los malos negocios. Justo hace una semana hubiera cumplido 79 años. En el recuerdo de muchos siempre estará presente el aspecto del viejo estadio de Las Gaunas, que como Atocha, eran auténticos, singulares, acogedores. Allí se vio a Salenko fumar, cazado por El Día Después, a Romario caer, propiciado por el patatal del terreno de juego. Pero lo más característico, se escuchó: «¡Goool en Las Gaunas!». Ese gritó quedará siempre en el recuerdo para los nostálgicos. Ah, hablando ello, bajando al césped, el símbolo de aquella época es el Tato Abadía, un señor calvo con bigote, que por aspecto y sensatez representa el fútbol de otra época. «Yo he sido entrenador a la Sociedad Deportiva Logroñés y sigo de cerca a la Unión Deportiva Logroñés. Disfruto muchísimo viéndoles jugar a los dos equipos. Tengo muchas ganas de ver fútbol profesional aquí. La gente en Logroño al equipo que quiere es el que está en superior categoría», comenta Abadía a J. L. Guerrero para as. Pues eso. Mejor tener opciones, que no. Calle Laurel y Calle San Agustín. Tinto Marqués de Cáceres y Tinto Lan. Pues en fútbol igual: SD Logroñés y UD Logroñés. El primero está luchando por subir a 2ªB. El segundo, por ascender un escalón más. Este último se la juega hoy con el Hércules. Contra el Badajoz mostró mucha capacidad para no recibir en la ida y para sobreponerse a los tres goles en la vuelta, sobre todo, por su capacidad en el balón parado. Su punto flaco, la portería. El titular, Miguel Martínez, recibió solo 19 tantos en 36 jornadas. El zamora de 2ªB. Se rompió y su relevo, Iván Buigues está ante la ocasión de dejar huella.