Pierna fuerte, sangre caliente y menos fútbol del esperado. El Hércules y el Logroñés no encandilaron a La Viña a mediados de diciembre de 1972, pero los alicantinos se llevaron los dos puntos gracias a un gol del joven Carcelén. El público flameó pañuelos en señal de desacuerdo y varios jugadores se engancharon en una pelea iniciada por Alfonso y Berasategui.