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El Hércules se blinda en el Rico Pérez y avanza

El 0-0 le basta al equipo alicantino para eliminar al Barakaldo y ahora se cruzará con la Ponferradina, Logroñés o Cartagena en la segunda eliminatoria por el ascenso. 16.000 espectadores arropan a los blanquiazules ante un rival que no tiró a puerta

Imagen del partido disputado hoy entre el Hércules y el Barakaldo JOSE NAVARRO

El Hércules ha superado la primera eliminatoria de la promoción de ascenso a Segunda División vistiendo el traje que mejor le sienta: el de equipo sólido que no concede nada al rival. A los blanquiazules les valía el 0-0 para pasar a la segunda ronda (por el 1-1 de la ida) y con ese resultado dejaron en la cuneta a un Barakaldo que decepcionó en el Rico Pérez porque en ningún momento se lanzó al ataque en busca del gol y cerró el partido sin ningún disparo de peligro ante Falcón. El Hércules disputará la segunda eliminatoria frente al Logroñés, Ponferradina o Cartagena y el sorteo se celebra esta tarde (16.30 horas) en Madrid.

Al Hércules le bastó el 0-0 pero hizo méritos para ganar porque fue el único equipo que generó ocasiones en un estadio que vistió sus mejores galas con 16.000 espectadores y desprendía ilusión por todos sus costados. Alicante tiene ganas de ascenso y se ha enganchado definitivamente a este equipo de Planagumà que no destaca por su juego combinativo pero sí por su compromiso y agresividad.

Espoleado por el imponente aspecto de las gradas, el Hércules desarboló por completo al Barakaldo en el primer cuarto de hora pero no fue capaz de adelantarse en el marcador, su principal mal en esta temporada. La puesta en escena fue extraordinaria y la primera ocasión llegó a los seis minutos con un pase de Juli, principal novedad en el once, a la espalda del central que permitió a Benja plantarse ante el meta Viorel, pero llegó tan justo que no le pudo superar con su sutil toque. El Barakaldo estaba abrumado y sólo dos minutos después pudo encajar el 1-0 en una acción similar en la que el sobreexcitado Juli estrelló el balón en el pecho del portero, que había salido a la desesperada. El acoso del Hércules era total pero siempre faltaba el remate certero.

Con el paso de los minutos el ímpetu de los jugadores de Planagumà fue a menos y el primer acercamiento rival con cierto peligro llegó, en el minuto 18, con un buen centro desde la derecha de Dopi que superó a Samuel y al que no llegó Raúl, que estaba justo por detrás, en posición inmejorable delante de Falcón. Esto fue lo más parecido a una oportunidad que tuvo el Barakaldo en todo el encuentro.

El ritmo del partido decayó y al Hércules parecía no importarle porque el 0-0 le valía. El conformismo del Barakaldo era sorprendente ya que apenas pasaba del centro del campo y la jugada que pudo cambiar el devenir del duelo llegó en el 45' en una falta frontal. Diego Benito la botó, el balón fue prolongado hacia atrás y Fran Miranda marcó en el segundo palo con un derechazo certero que llevó el delirio a las 16.000 almas que dieron colorido al Rico Pérez. Pero el auxiliar anuló el gol por fuera de juego en una acción muy dudosa. Con la grada en ebullición, la última acción de la primera parte fue una clara ocasión para el Hércules culminada con un disparo de Juanjo Nieto dentro del área que se marchó alto. El lateral, que ya marcó en el Miniestadi en la penúltima jornada en una acción similar, le pegó con el alma pero esta vez no entró.

La puesta en escena en el arranque del segundo acto también fue buena, pero sin tanto ímpetu como en la primera. Con Jesús Alfaro bullicioso en la banda derecha, el Hércules intentó marcar el gol que le aportara algo de tranquilidad pero el Barakaldo se defendía con orden y no se descompuso en ningún momento, ni siquiera cuando el crono avanzaba y necesitaba marcar para no quedar eliminado.

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El miedo campaba a sus anchas por el césped, se podía hasta palpar y los minutos pasaban demasiado lentos. En este segundo acto, el conjunto vasco ni siquiera realizó un centro con peligro y únicamente generó algo de zozobra en la grada con alguna falta lejana o un saque de esquina, siempre bien defendidos. Por su parte, el Hércules era el dueño del balón y buscaba la portería pero con un ritmo plano y con la obsesión de no descomponerse ni dejar espacios atrás.

En el 71, el mediocentro Diego Benito peleó con fe el balón hasta la mismísima área pequeña y el despeje del portero rebotó en el madrileño y casi entra en la portería. Poco después, Carlos Martínez, a la media vuelta, intentó definir ante el moldavo Viorel, pero el balón fue repelido por el bosque de piernas para desesperación el punta barcelonés, ayer gris y sin apenas participación.

A falta de 10 minutos para el final, Planagumà acertó de pleno al dar entrada al corpulento Jona Mejía, que prácticamente él sólo se encargó de que el Barakaldo no cruzara el medio campo. Pidió todos los balones, provocó faltas, saques de esquina, saques de banda y hasta una amarilla para el lateral Óscar Prats, desesperado porque no había manera de quitarle el balón cuando lo protegía de espaldas pegado a la banda de Preferente.

El colegiado decretó tres minutos de prolongación que incomprensiblemente se convirtieron en el doble y finalmente el Hércules celebró con júbilo el pase a la segunda ronda, que medirá a los blanquiazules con la Ponferradina, el Logroñés o el Cartagena. Especialmente peligrosos es este último, que ayer remontó ante el Castilla y el año pasado se quedó muy cerca del ascenso.

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