La última visita del Hércules al vetusto Lasesarre fue en la 73-74, temporada del ascenso a Primera División, antesala de la época más dorada del club blanquiazul. En pleno esprint final de Liga, y de la mano de Arsenio Iglesias, los alicantinos consiguieron un meritorio empate a cero en casa de un Barakaldo entrenado por Eusebio Ríos, tal y como reflejan las crónicas que publicaron La Gaceta del Norte, firmada por Joaquín Benito, e INFORMACIÓN.

Con dos marcajes puros al hombre y con otros tantos goles salvados en la raya por Baena y Eladio, el Hércules regresó de Vizcaya pletórico y cerró su ascenso tras vencer sus dos últimos encuentros de Liga, ante el Córdoba en La Viña y en El Sadar contra Osasuna.

De esta manera repetía el guión de la 53-54, también de camino a Primera División. Entonces, cuando el barro era compañero infatigable del fútbol e ir al norte suponía regresar siempre de vacío, el Hércules arañó un triunfo vital en el viejo Lasesarre de cara a su regreso a la élite. Aquella victoria por 0-1 en Barakaldo aclaró muy mucho el camino del ascenso a Primera en una liguilla de ascenso en la que actuaban los dos segundos y los dos terceros de cada grupo de Segunda y dos equipos de Primera División.

Aquel 6 de junio de 1954, en el que valió el gol del herculano Armengol, fue la sexta visita del Hércules al Barakaldo y la última victoria que consiguió en casa del conjunto de la Margen Izquierda. Antes había ganado en Segunda División en la 44-45, un 1-3 con goles de Lahuerta (2) y de Periche en una temporada en la que el Hércules también acabaría ascendiendo a la máxima división nacional.

Esas dos victorias quedaron como anécdota tras el paso de los años porque el Hércules sólo logró sumar dos triunfos en sus 10 visitas al Barakaldo, donde cosechó siete derrotas y un empate.

El último precedente entre ambos fue en la promoción de ascenso a Segunda en la 01-02, en la que ninguno consiguió ascender, minimizados por el gran ritmo del Terrassa. Como anécdota quedó que el Hércules no jugó ni en el viejo ni en el nuevo Lasesarre, sino que lo hizo en el estadio del San Vicente de Barakaldo, un modesto equipo del municipio que cedió su feudo a los gualdinegros mientras el nuevo estadio veía la luz.

En las centenarias historias de ambos clubes también se vivieron otros enfrentamientos notorios, como cuando el Barakaldo de Tercera eliminó de la Copa al Hércules de Segunda en la 70-71, tras ganar 4-0 en Lasesarre y resistir en La Viña, donde aguantó el arreón del Hércules y sólo perdió 2-0 en la vuelta.

En la 46-47 los vascos aplastaron a los alicantinos por 6-2, aunque el Hércules replicó de manera idéntica una temporada después, con otro 6-2 en Bardín. Este domingo la historia continúa.