En líneas generales, el aficionado al fútbol tiende a calificar la temporada de su equipo por cómo la influyan las victorias y las derrotas y por las comparaciones con los rivales. En este proceso, hay algunos medios de prensa deportiva tradicional que juegan un papel esencial. Por ejemplo, el Barça masculino. Acaba de ser eliminado en la Champions. Es algo objetivo. Lo subjetivo viene cuando escuchamos que nadie se lo esperaba y que ha roto un enorme sueño. En esta parcela se tiende a jugar de forma perversa. Sin Salah ni Firmino, ¿cómo es posible que el Liverpool le meta 4 al FC Barcelona? «Esto es fútbol y esto es Anfield», respondió Jürgen Klopp. Marcos Álvarez, preparador físico del Betis, tiene una teoría: «Cuando te mides a unos rivales más jóvenes, que se acuestan una hora antes...». En fin, que Messi es humano. Que un curso habiendo ganado la Liga y siendo finalista de Copa es para estar satisfecho. Y encima está la alegría de que en una semana puede ganar la Champions el Barça femenino. Y en dos semanas puede meterse en el lío de subir en filial culé, por difícil que lo tenga. Debe ganar los dos encuentros (ante Hércules y Castellón) y esperar a que Espanyol B, Lleida y Cornellà pinchen. ¿Es difícil? Claro. Más si Valverde tira de Carles Pérez. Pero, aún así, es más sencillo de lo que se pinta. Viene de marcar en el 90'...