Si es cierto que jugar mal y ganar hace más fuertes a los equipos, el Hércules salió ayer muy reforzado del duelo ante el Conquense, que sólo pasará a la historia porque sirvió al equipo alicantino para sellar matemáticamente el billete de la promoción de ascenso. Ismael Falcón fue el más destacado de los blanquiazules ante un rival que probablemente descienda a Tercera y con eso ya está todo dicho. El portero gaditano, inspirado y con la confianza por las nubes, desbarató tres ocasiones de valor gol y además el Conquense vio cómo el larguero frustaba un remate de cabeza de su delantero Chrisantus en la primera parte.
El Hércules escuchó pitos por momentos de los más de 8.000 fieles que acudieron al Rico Pérez pero al final el equipo fue ovacionado y llevado en volandas porque se acerca el momento de la verdad y nadie se lo quiere perder. Falcón fue el gran protagonista del choque porque mantuvo en pie a su equipo y el otro gran nombre propio fue Juli, que desatascó el ataque con su entrada en el minuto 67 y se reivindicó tras una temporada sin oportunidades.
Al conjunto de Planagumà le faltó tensión ya desde el inicio. La clasificación para la promoción era virtual antes del duelo y se notó que el Conquense se jugaba la vida. En el minuto 5, el delantero Chrisantus cabeceó hacia atrás un balón servido desde la derecha y Falcón voló al palo para rechazarlo. El Hércules se asomó al área rival en un par de aproximaciones por medio de Chechu Flores, pero Benja y Carlos no remataron con limpieza. Sí lo hizo en el 22’ de nuevo Chrisantus en una falta lateral cometida por Juanjo Nieto. El cabezazo del ariete se estrelló en el larguero para mosqueo del Rico Pérez, que quiso espabilar a sus jugadores con pitos.
El Hércules echó mucho de menos a su pareja titular de mediocentros Fran Miranda y Diego Benito, ambos sancionados. Especialmente espeso y peleado con el balón parecía el crevillentino Paco Candela, al que le cuesta coger la forma y el ritmo de competición ya que ha pasado toda la temporada entre el banquillo y la grada. Pese al sombrío panorama y el discreto juego, el equipo alicantino tuvo, en el 34’, una ocasión magnífica para firmar el 1-0 y encarrilar el duelo en una jugada «made in Planagumà», una contra letal. Carlos Martínez lo hizo todo perfecto en el centro del campo, controló bien el balón, levantó la cabeza y lo mandó a la espalda del central, donde había una autopista por delante para Chechu Flores. El capitán avanzó metros, se coló en el área y tomó la decisión equivocada porque definió a las manos del meta cuando Benja entraba solo por el lado opuesto para empujar el balón a la red. Pese a este fogonazo, el Hércules andaba de puntillas por el choque y lo pudo pagar caro poco después cuando Aguilera se quedó solo delante de Falcón y trato de superarle con un disparo cruzado que se topó con el pie milagroso del portero.
El guion no cambió tras el descanso, ya que los protagonistas eran los mismos y nadie parecía capaz de cambiar el ritmo y aportar algo de verticalidad, algo sin lo que el Hércules está muerto. Al Conquense el punto le valía de bien poco y salió decidido a buscar la victoria pese a sus muchas limitaciones. E hizo méritos para adelantarse en el marcador. En el minuto 57 emergió de nuevo la figura de Falcón para frustar al delantero Aguilera. Otro remate cruzado iba camino a la portería pero se encontró con la mano salvadora del gaditano. Ahí explotó el Rico Pérez y los pitos fueron unánimes ya que el Hércules estaba jugando demasiado con fuego.
Entrada providencial
Tardó Planagumà en mover el banquillo pero acertó de pleno en su primer cambio: el alcoyano Juli en el 67’. El veterano atacante cambió el ritmo del decadente ataque herculano, buscó más los espacios y pidió el balón con insistencia. A poco que el Hércules pusiera cerco a la portería del Conquense podía hacer sangre debido a la notable diferencia de nivel entre ambos equipos. Y así fue. En el 74’, Paco Candela abrió bien el balón a la banda derecha hacia Juanjo Nieto, quien arrancó con su habitual potencia y fue sorteando rivales hasta asistir a Jesús Alfaro en clara posición de remate. Pero el onubense prefirió escorarse hacia la derecha, avanzar metros y dar un pase hacia Benja que primero golpeó en un central y después se quedó sin dueño para que el «9» del Hércules rematara a bocajarro ante Marqueta y abriera el marcador.
Toda la pólvora que le faltó al Conquense la encontró su oponente en una jugada aislada y sólo restaba amarrar el resultado a favor sin realizar concesiones en defensa, algo que este bloque de Planagumà sí hace muy bien puesto que ha dejado su portería a cero en 7 de los últimos 8 partidos.
