«Este partido no se tendría ni que disputar, pero esto es fútbol, deporte, y al final puede pasar cualquier cosa. No tiene lógica que estos dos equipos se enfrenten...». Así de sincero se muestra Néstor Pérez, técnico de un laboratorio farmacéutico y, a su vez, director deportivo del Ejea, equipo que el sábado a las 19.00 recibe al Hércules en su campo de césped artificial.
«Las comparaciones de cualquier dato hablan por sí solas de la abismal diferencia que hay entre las dos ciudades, los dos equipos y los dos clubes, pero queremos dar la sorpresa de la jornada», añade. La Sociedad Deportiva Ejea es un club con casi 100 años de historia radicado en la pequeña localidad aragonesa de Ejea de los Caballeros, cuyo censo ronda las 16.000 personas. Es decir, un poco más grande que Cocentaina pero más pequeño que Callosa de Segura.
«En el partido de la primera vuelta ya dije que el doble de la población de Ejea no llenaba el Rico Pérez y algunos se lo tomaron mal, pero los datos están ahí», afirma el director deportivo maño. Aquel duelo lo ganó el Hércules por 2-0 con goles en la primera parte de Carlos Martínez y Chechu, pero en el vestuario blanquiazul tienen claro que el choque del sábado será de todo menos cómodo o placentero. En el Nuevo Municipal de Ejea, de césped artificial y capacidad para 2.500 espectadores, ya perdieron el líder Atlético Baleares y el Barça B. Y un rival directo por la promoción como el Lleida llegó a ir 4-1 por debajo en el marcador, aunque finalmente empató (4-4). El Ejea dio la sorpresa de la pasada jornada al imponerse por 0-1 al mismo Lleida y quiere dar un zarpazo definitivo a la permanencia ante el Hércules.
«Sinceramente es un milagro que nosotros estemos compitiendo con dignidad y tengamos opciones de salvarnos, es la grandeza del deporte. Si me pongo a analizar la plantilla del Hércules, no acabo. Tiene muchísimos recursos, es un equipo camaleónico que puede jugar bien, hacerlo directo, defender con presión alta, también en bloque bajo... Y casi todo lo hace bien, además cuenta con jugadores diferenciales en la categoría», explica Néstor Pérez.
El Ejea invirtió este verano unos 275.000 euros para confeccionar su plantilla y ahora está interesado en el canterano blanquiazul Alejandro Tarí, que busca equipo tras la retirada del Ontinyent. El director deportivo herculano Javier Portillo quiere que el delantero refuerce al filial de cara a la promoción de ascenso a Tercera, pero el jugador prefiere seguir probándose en Segunda B. Si el Ejea ha gastado menos de 300.000 en su equipo, el Hércules ha triplicado esta cantidad, ya que esta temporada ha apostado más fuerte que nunca para salir del pozo de una vez por todas. De hecho, es bastante probable que los emolumentos de sus tres delanteros Carlos Martínez, Jona y Benja Martínez supongan todo el presupuesto del Ejea.
El modesto club aragonés cuenta con 700 socios por los 7.000 del Hércules y en sus filas milita el exblanquiazul David Mainz, quien buscaba un equipo cerca de su Sádaba natal para poder compatibilizar el fútbol con su negocio ganadero. «En este campo somos peligrosos, está claro que la diferencia de plantilla es muy grande, pero torres más grandes han caído...», advierte el delantero.
La plantilla cuelga en el vestuario una pancarta de los niños del colegio Ramon Llull
Más de medio centenar de niños y niñas del colegio Ramon Llull dieron color ayer al entrenamiento realizado por el Hércules en el Rico Pérez. Tras conocer la sala de prensa y el estadio por dentro, dieron ánimos a los futbolistas de cara a este decisivo tramo final de Liga, ya que sólo quedan seis jornadas para finalizar el campeonato regular. Como se aprecia en las imágenes superiores, los jóvenes aficionados jalearon a los futbolistas y les regalaron una pequeña pancarta que cuelga ya en el interior del vestuario del Rico Pérez. También cantaron el himno varias veces y, al término de la sesión de trabajo, se realizaron una foto con la plantilla al completo y el cuerpo técnico, encabezado por el entrenador Lluís Planagumà.
