La Dirección General de Deportes de la Generalitat Valenciana confirmó ayer la sanción al Valencia Club de Fútbol por discriminar a los alicantinos el pasado 14 de octubre al negarse a venderles entradas en su Ciudad Deportiva de Paterna para presenciar el partido Mestalla-Hércules correspondiente a la octava jornada de Liga en el grupo III de Segunda B.

Con esta resolución sancionadora, el Ejecutivo autonómico desestima las alegaciones presentadas por el club che, si bien la multa que le impone por infracción grave de la Ley del Deporte y Actividad Física es de una cuantía «simbólica», según precisaron fuentes del Consell, que declinaron hacer pública la cifra «por estar sujeto el expediente disciplinario a la protección de datos».

Las infracciones graves de la norma autonómica que regula el deporte se castigan con multas que oscilan entre 600 y 30.000 euros y todos los indicios apuntan a que la sanción impuesta al Valencia está mucho más cerca del mínimo que del máximo. La Dirección de Deportes entiende que sí se produjo discriminación de los aficionados alicantinos en Paterna, pero rebaja el importe del castigo por considerar que no hubo intencionalidad por parte del club de Mestalla en esa marginación por lugar de nacimiento. El Valencia también se expone a una posible sanción ulterior por infracción de la Ley de Espectáculos.

En un episodio que causó indignación en el Hércules y en buena parte de los aficionados al fútbol en Alicante, el pasado 14 de octubre el Valencia prohibió la venta de entradas en las taquillas de la Ciudad Deportiva a cualquier persona nacida en esta provincia de Alicante, previa petición del DNI.

El club de Mestalla argumentó la medida en que ya había avisado al Hércules de que solo podrían entrar los seguidores blanquiazules que fuesen en autobús, un número con el sí que contaba el Valencia CF. Sin embargo, ante la limitación del aforo y la llegada de aficionados alicantinos por sus propios medios, el club che dio prioridad a los seguidores nacidos en Valencia y negó la venta de entradas a los de Alicante.

La noticia causó indignación en el Hércules, cuya denuncia motivó en noviembre pasado la apertura del expediente ahora resuelto con multa por la Dirección General de Deportes. El club alicantino también dirigió sus quejas a la Federación Española y el Síndic de Greuges, que se declararon incompetentes sobre el asunto. «Quiero mostrar mi respeto por la decisión de la Administración y confío y deseo que este tipo de situaciones no se vuelvan a repetir», se limitó a señalar el presidente del Hércules, Carlos Parodi, tras conocer que la multa al Valencia es testimonial.

«Es un golpe bajo contra la afición del Hércules»

José Antonio Terol, uno de los dos aficionados herculanos de Monforte del Cid que denunciaron al Valencia por un presunto delito de odio al negar la entrada a los alicantinos en Paterna, recibió ayer la noticia de que la multa al club che es «simbólica» como «un golpe bajo a la afición del Hércules». Terol y Miguel Navarro presentaron su denuncia ante la Fiscalía de Valencia el pasado 23 de octubre, nueve días después del partido, y reclamaban la imposición de una multa de 60.000 euros. Sin embargo el Ministerio Público desestimó la denuncia. «Es una vergüenza que ahora le pongan una multa simbólica a un club de la entidad deportiva y económica del Valencia», indicó Terol. «Aunque nunca criticamos a la afición, que nos ayudó en Paterna, sino a quien dio la orden de que no se vendieran entradas».