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Hércules CF: ¡Desesperados!

El Hércules se estrella contra la defensa de cinco de un Lleida que jugó 80 minutos en inferioridad por la expulsión del central Zotko

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Hércules - Lleida: Las imágenes del partido

Nunca un regreso a la zona de promoción dejó una sensación tan amarga en el herculanismo. El empate ante el Lleida permite al equipo de Planagumà recuperar la cuarta plaza y dormir de nuevo en el colchón de la zona noble, pero el desarrollo del choque de ayer hace que el punto de ayer sea verdaderamente exiguo. El Lleida jugó desde el minuto 12 con uno menos por la expulsión de su central Zotko pero al Hércules le costó un mundo encontrar la fluidez y superar la defensa de cinco plantada por el técnico Gerard Oliva. De hecho, el conjunto blanquiazul jugó mejor contra 11 que contra 10, paradojas del fútbol. La puesta en escena del Hércules fue muy buena, con Benja como gran novedad tras su «milagrosa» recuperación. Con intensidad y velocidad en la circulación, el cuadro alicantino forzó tres córners nada más empezar y el central Pablo Íñiguez probó al portero Pau Torres, a la postre el mejor de su equipo, con una internada en el área, prueba de la ambición local en el arranque. Pero todos los planteamientos de ambos técnicos saltaron por los aires cuando el central ucraniano Zotko controló mal el balón delante de Benja y después le agarró para que no avanzara metros y se plantara delante del meta. Roja sin discusión.

Gerard Oliva puso inmediatamente a calentar al central Tano Bonín, pero se lo pensó mejor, reordenó a su equipo y plantó una defensa con tres centrales y dos carrileros, Dalmau y Mousa, que congeló el partido y frenó en seco al Hércules, que ya no encontraba espacios. En el 23' el partido se detuvo siete minutos por el apagón de una torre de iluminación y en la reanudación el equipo de Planagumà intentó meter mano al Lleida sin suerte. En el 35' Benja habilitó dentro del área a Chechu Flores con un extraordinario pase de tacón, pero el disparo cruzado del extremo fue repelido sin demasiados apuros por Pau Torres. Antes del descanso, el Hércules reclamó un penalti sobre Nieto, que se fue al suelo tras un recorte dentro del área, y el Lleida también pidió pena máxima por un derribo de Fran Miranda sobre Pedro Martín que el colegiado interpretó como carga legal.

El Hércules mejoró tras el descanso bajo la batuta de Diego Benito. El «cerebro» se apoderó del balón y lo distribuyó con velocidad a las bandas, sobre todo a la derecha, donde Juanjo Nieto hizo sufrir mucho a Mousa, tanto que al final fue cambiado. La primera gran ocasión llegó, en el 54', con una internada del lateral derecho, que sentó a su oponente y puso un buen centro que Carlos Martínez remató cruzado de cabeza con tan mala suerte que el balón acabó en el palo.

Con el Hércules volcado y dueño del balón, Planagumà varió el dibujo, en el 61', retirando del campo a Fran Miranda y dando entrada a Jona, por lo que Diego Benito se quedó sólo en el centro del campo, con Carlos un poco más adelantado y dos delanteros de referencia arriba. Pero el experimento no funcionó porque Martínez apenas se dejó ver como enlace, no tocaba el balón y el Hércules no ganaba en fluidez. En el 76', Jona cabeceó al primer palo un gran centro de Chechu Flores desde la derecha, pero el balón no encontró portería por poco.

Planagumà terminó de dar un vuelco a su pizarra con la entrada de Juli por Nani y este cambio no gustó nada a la grada, que pidió la dimisión del técnico barcelonés por primera vez en la temporada, aunque es cierto que tímidamente y durante unos segundos. Pol Roigé, que previamente había reemplazado a Jesús Alfaro, contribuyó al caos y al nerviosismo general tomando malas decisiones y a Juli le pasó algo parecido. En los minutos finales, el Lleida se olvidó de dar dos pases seguidos y se dedicó a achicar agua como podía. En el 85', Pau Torres salvó milagrosamente un cabezazo poderoso de Jona y algunos jugadores aseguraban al término del choque que el balón había traspasado la línea y el gol debió subir al marcador.

Con el Rico Pérez en pleno estado de nervios y el Lleida colgado del larguero acabó un partido que, si bien devuelve al Hércules a la cuarta plaza, deja más malas sensaciones que buenas. El liderato se puede escapar hoy definitivamente y la renta respecto al quinto es inexistente. Entrar en promoción costará sangre, sudor y lágrimas (por si alguien tenía alguna duda). El calendario regala el sábado que viene otro partido en el Rico Pérez, ante el Olot, y esta vez no valdrán excusas.

El apagón de una torre provoca un parón de 7 minutos

El choque se detuvo 7 minutos en la primera parte debido al apagón de la torre de iluminación ubicada entre Preferente y Fondo Norte. El colegiado dejó seguir el encuentro durante unos segundos pero decidió detenerlo tras las protestas del portero Pau Torres. Desde el club aseguraron al término del encuentro que había «saltado un plomo» y los operarios del Rico Pérez pudieron solventar la avería

en 7 minutos.

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