Cuando el 20 de enero, el Ebro del mito del Badalona Manolo González, se llevó los tres puntos por un gol solitario, el rival del Hércules de hoy cayó a zona de play-off de descenso. La desilusión se instaló en la parroquia azulona, por los 22 puntos de 21 jornadas. Triste bagaje. Por ello, hubo cambio de fichas en el banquillo. Salío Ramon Calderé y entró Juanjo García. El presidente de la entidad, Miguel Ángel Sánchez, declaró que García dirigiría a la plantilla «en principio, de forma interina, pero hay que esperar los resultados». Dicho de otra manera, con una derrota se le podía haber acabado la confianza. El caso es que su debut termina 0-0 en Teruel. Siguiente, 1-0 al Cornellà. Visita al Levante B, 1-2. Llega el Valencia Mestalla, 1-0. Y los dos últimos duelos, ante Olot y en Lleida, 0-0. Total, que la llegada del nuevo míster ha supuesto que el Badalona no conozca la derrota. Teniendo en cuenta que es su primera experiencia en Segunda División B (hizo carrera durante 8 años en el Júpiter de Tercera), puede subrayarse como notable alto o sobresaliente, según gustos, su papel. Porque lo del Badalona está siendo una reacción espectacular en el momento más complejo de las últimas campañas. Como protagonista secundario, encontramos principalmente a Morales, un portero que, no solo, no se resigna a retirarse, sino que está que se sale.