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El punto no cayó demasiado bien en un Hércules que vuelve a desperdiciar otra oportunidad para ir escalando posiciones en la tabla. Su técnico, Lluís Planagumà, reconocía tras el partido de ayer, que el empate le dejaba «un sabor agridulce». «La primera parte no fue buena y aun así concedimos pocas ocasiones. En el segundo tiempo pudimos ganar el partido y al final nos pasó como en Cornellà, que tuvimos que defender una acción a balón parado», declaró el entrenador blanquiazul.

Planagumà fue crítico y admitió que la mala imagen de la primera mitad (extensible también a buena parte de la segunda) no es novedad: «Hemos pecado de cosas que ya nos han pasado fuera de casa, nos cuesta demasiado crear ocasiones, es un tema un poco psicológico, pero no puede seguir sucediéndonos». Tras el descanso el técnico buscó más verticalidad y tuvo éxito con las sustituciones de Roigé y Benja: «Queríamos más profundidad y la encontramos».

Preguntado por la adaptación de Benja, Planagumà contestó que «hay cosas que llevan su tiempo». Además, sobre el árbitro, con doble rasero con las tarjetas y que anuló un gol dudoso a Pablo Íñiguez, prefirió no opinar: «No voy a decir nada sobre ese tema».