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ANÁLISIS

Un banquillo por fin rentable

Benja y Roigé, que entraron al campo en la segunda parte, revolucionan a un equipo plano. Un suplente del Hércules no variaba el signo de un partido desde hacía 6 meses

Candela, Roigé, Benja y Alfaro celebran el empate del Hércules en Buñol.ÁLEX DOMÍNGUEZ ÁLEX DOMÍNGUEZ

El Hércules siempre arrastra una asignatura pendiente del partido anterior. Le cuesta culminar un partido redondo, en esta temporada apenas los puede contar con los dedos de una mano. Y sin embargo, se mueve. Que diría aquél. A falta de 12 jornadas para el final de curso, tres meses exactos, sigue en un vagón de cabeza en el que nadie parece protagonizar la fuga definitiva. Sigilosamente lo intenta el modesto Atlético Baleares con un Son Malferit a prueba de bombas.

Brotes verdes

Lo rescatable del Hércules del choque ante el Atlético Levante

Del «agridulce» empate -así lo catalogó Planagumà en rueda de prensa- de Buñol, el Hércules debe aferrarse a la figura de Benja, el goleador del partido; al nivel que ya ha alcanzado un punzante Jesús Alfaro, a la seguridad recuperada del alicantino Samuel y a la garantía y desparpajo de un Pablo Íñiguez que nunca más debe ser suplente. El domingo, además, volvió a ver puerta por tercera vez en 2019, aunque el árbitro Domato Pedreira, junto con uno de sus linieres, invalidó la acción por un ajustado fuera de juego.

Aportación del plan B

Planagumà acierta en esta ocasión con los cambios

Al César lo que es del César. En la Ciudad Deportiva granota el técnico blanquiazul dio con la tecla para adecentar la pobreza de la primera mitad, impropia de un equipo que no oculta en toda la temporada que aspira a lo máxima en este quinto asalto a la Segund División. Esta vez la entrada de Pol Roigé y Benja desde el banquillo impulsó a un Hércules que no había hecho su primer disparo a portería hasta el minuto 61, por mediación de Diego Benito.

Uno de los debes que se la achacaban a Planagumà en esta temporada era la falta de tino para cambiar el signo de los partidos una vez empezados. El mal se agudizó conforme el Hércules comenzó a titubear en Liga y a tener que nadar contracorriente demasiado a menudo durante los encuentros. Todo ello desapareció el pasado domingo en Buñol, aunque el resultado se quedó a medias. La profundidad y verticalidad de Roigé en el extremo diestro y la presencia arriba de Benja hicieron resurgir a un Hércules al que se le hizo corto un partido que incluso pudo terminar ganando.

Gol de un suplente

Casi medio año de ausencia

Esa relevancia de los meritorios en el transcurso de los partidos es la que desea un Planagumà que ya premió el domingo a Álvaro Pérez y Candela, habituales suplentes, tras cumplir con creces en el partido ante el Cornellàpartido ante el Cornellà. Asimismo, el gol de Benja en Buñol supuso el final de una sequía de casi seis meses sin gol de un suplente del Hércules.

El último en hacerlo fue el canterano Salinas el pasado 30 de septiembre, que hizo el 0-2 de la victoria alicantina en Cornellà. Para encontrar un gol decisivo de un jugador que partía desde el banquillo hay que remontarse a la segunda jornada, concretamente al 2 de septiembre, cuando el camerunés Stéphane Emaná marcó en Villarreal el 0-1 en un partido que terminaría ganando el Hércules por 1-2 con un gol kilométrico del lateral castellonense Juanjo Nieto. Precisamente en la jornada anterior, la inaugural de esta temporada 18-19, otro suplente le había dado la victoria al conjunto de Planagumà, cuando el experimentado Juli firmaba el 2-1 sobre la bocina ante el Ontinyent en el Rico Pérez.

El récord de Manolo Alfaro

11 goles como suplente y 7 de ellos en la 01-02

11 goles como suplente y 7 de ellos en la 01-02Por el momento, sólo cuatro de los 24 goles a favor del Hércules de esta temporada han sido de suplentes. En los últimos 30 años, el futbolista blanquiazul que más goles hizo de suplente fue Manolo Alfaro, con un total de 11. De cerca le siguen Sendoa y Tote con ocho; y Paco Luna, Eduardo Rodríguez, Rubén Navarro y Jordi Martínez con siete.

Buena parte de culpa del récord de Alfaro la tiene la temporada 01-02, en su segunda etapa en la entidad. En su primer periplo Alfaro había sido titular indiscutible, pero en el nuevo siglo sorprendió como revulsivo y consiguió siete de esos 11 goles en la citada 01-02. Mismo registro que el que consiguió el delantero catalán Jordi Martínez en la 04-05, también en Segunda División B, en la que marcó sus siete goles partiendo desde el banquillo.

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