El delantero Benja Martínez ha caído de pie en el Hércules. El punta catalán se salió con la suya la semana pasada, abandonó el Elche y aceptó el importante contrato que le puso Javier Portillo delante (está cedido hasta junio pero hay acuerdo para que siga dos temporadas más). Ayer fue presentado en el Rico Pérez y reconoció que le sorprendió la ovación que le tributó la grada del Rico Pérez cuando debutó en el tramo final del partido ante el Cornellà: «Fue extraño, lo normal es que las aficiones te muestren cariño en función del rendimiento que das, pero aquí me lo mostraron nada más salir al campo, la verdad es que esto me motiva aún más, estoy muy ilusionado».

Benja, de 31 años, busca en el Hércules su cuarto ascenso a Segunda División tras los firmados con el Barcelona, la Cultural Leonesa y Elche, estos dos últimos de manera consecutiva. Pero el goleador barcelonés afirma que ese objetivo queda ahora muy lejano ya que restan 13 partidos de Liga por delante y una hipotética promoción. «Para conseguir un ascenso tienen que coincidir muchos factores y circunstancias, y la mayoría lamentablemente no están a tu alcance. Lo que me he encontrado en el Hércules es un grupo muy solidario y trabajador, y un cuerpo técnico con las ideas clarísimas, lo cual me ha sorprendido para bien. Estoy encantado por cómo me ha recibido todo el mundo de puertas hacia adentro», explica Benja.

El ariete era una vieja aspiración del director deportivo Javier Portillo, quien intentó sin éxito su fichaje el pasado verano y también en enero tras marcar 40 goles entre la Cultural y el Elche. Finalmente la operación se llevó a cabo con el mercado de invierno ya cerrado y por la excepcionalidad de la grave lesión de rodilla de Stephane Emaná.

Benja no quiso profundizar en las luchas internas dentro del Elche respecto a su situación, ya que el director deportivo Jorge Cordero aseguró públicamente que se quedaría en la plantilla porque era un jugador muy importante, al tiempo que el máximo accionista José Sepulcre le abrió la puerta de salida. «En Elche unos querían que saliera y otros no, al final decidió el club, que era el dueño de mis derechos», se limitó a asegurar. Y añadió: «No doy un paso atrás por haber bajado a Segunda B, el Hércules no tiene nada que envidiarle al Elche por afición, historia y tradición, es cierto que están en una categoría superior pero entre todos intentaremos salir del pozo este año».

Benja fue uno de los futbolistas más utilizados por Pacheta en la primera vuelta del Elche pero no logró estrenarse. Ahora quiere ser protagonista en el Rico Pérez, pero insiste en que no se obsesiona con el gol. «Eso le importa más a la gente de fuera que a mí o a los que estamos dentro. Ojalá yo no marque pero ascendamos. Eso es algo que firmaría todo el mundo. Yo vengo a ayudar, a dar todo lo que tengo y a devolver la confianza que han puesto en mí. Tengo mucha ilusión y ahora toca trabajar duro en los entrenamientos, que es algo en lo que hace mucho hincapié el entrenador», señala el flamante nuevo ariete del Hércules.

El punta barcelonés admite que en su decisión de cambiar de acera y recalar en Alicante influyó la gran amistad que tiene con Adrián Jiménez y Diego Benito, con quienes coincidió la pasada temporada en el Elche. «Me pedían que les echara una mano, que le iba a venir muy bien al Hércules... me llevo muy bien con ellos y por eso creo que me adaptaré rápido, también conozco el grupo...», recalca.

Benja considera que el Hércules tiene una plantilla «extraordinaria» pero recuerda que en Segunda B «no se ganan partidos con los nombres». «Esta categoría es muy dura, te puedes dejar puntos en cualquier campo y de nada sirve hacer cuentas. Ahora hay que preparar de la mejor manera el partido del domingo contra el Atlético Levante porque es muy importante. El liderato está cerca (a cuatro puntos) y si encadenamos dos victorias nos acercaremos aún más», concluye Benja Martínez.