Engrandecido. Ilusionado. Revivido. Así se encuentra, ahora mismo, el Teruel. El equipo rojillo encara el choque con una sonrisa amplia tras lograr 8 puntos de los últimos 12 posibles, cuando en diciembre sacó 0 puntos de 12 posibles. ¿Y eso? ¿A qué se debe? ¿A un cambio de entrenador? No. Más bien a un cambio de fichas. En gran medida, a una plantilla renovada. Porque ha habido nueve altas y ocho bajas en el mercado de invierno. Como si del verano se tratase. «El entrenador quería refrescar la plantilla, traer jugadores que aporten cosas nuevas», indicó hace días Nacho Romero, director deportivo del CDT. Vaya si lo han conseguido. Solo hay que ver los resultado. Y eso que se ha marchado su futbolista más creativo, Jamelli (apodado así en honor al atacante brasileño del Zaragoza de principios de siglo). Pero sigue fino de cara a gol Dieste, que lleva 3 dianas decisivas en 2019. El delantero colombiano de 20 años Juan Camilo Becerra, cedido por el Valladolid, también empieza a despegar. Si ya lo hiciera Jorge Ortí... 13 partidos de Primera con el Zaragoza, a sus 25 años busca relanzar su carrera, sobre todo, superando su mal fario con las lesiones. Aún se encuentra a tiempo. De calidad marcha sobrado. El Hércules lo tanteó en 2016.

El caso es que el conjunto alicantino, por mucho que su rival esté en el mejor momento de la campaña, ya sabe de lo que es capaz, porque lo noqueó en el Rico Pérez y aspira a hacerlo de nuevo. En su haber, en el torneo regular, solo constan 5 victorias, y tres de ellas han sido ante equipos situados en el Top 6 (Lleida y Barça B, los otros dos). Bienaventurados los futbolistas rojillos, que por deber, pasión, fidelidad, se parten el pecho en el barro de la B. Y a los valientes alicantinos que acudan hoy a la ciudad de El Torico. Pasearla y motivarse, ni tan mal.