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Los 5 pecados capitales en la crisis del Hércules

La flagrante falta de gol y el desplome a domicilio descuelgan al equipo de Planagumà hasta la sexta plaza y Portillo espera a Benja o Jona para reforzar el ataque

El director deportivo del Hércules Javier Portillo, con gesto serio el domingo en Ontinyent. álex domínguez

Ya no valen paños calientes ni maquillaje de números: el Hércules está en crisis. Con mayúsculas. El equipo de Planagumà cayó en Ontinyent (1-0) y encadenó dos derrotas por primera en la temporada, además de certificar el inexplicable desplome del conjunto blanquiazul a domicilio, donde no gana desde hace tres meses, desde aquel cabezazo de Álvaro Pérez en Lleida (0-1). El Hércules ha caído a la sexta plaza, está a tres puntos del cuarto y a nueve del líder Villarreal B, que visita el sábado el Rico Pérez a las 19.00 horas. Los que siguen son los cinco pecados capitales del bloque diseñado por Portillo y dirigido por Planagumà.

1. Sin gol no hay paraíso: ni liderato, ni promoción

Hasta el técnico Lluís Planagumà ha perdido la paciencia por la falta de gol de este Hércules. «¿Qué hago, salgo yo a empujarla? ¿Las metes tú?», contestó a un periodista en la sala de prensa de El Clariano el pasado domingo cuando fue cuestionado por la alarmante ausencia de remate de un equipo que ha anotado 16 goles en 20 partidos. Cada semana empeora esta estadística y la situación es insostenible. El director deportivo Javier Portillo intensifica las negociaciones con los delanteros Benja (Elche) y Jona (Lugo) aunque en principio solo hay presupuesto para uno de los dos. Los dos «9» puros de la actual plantilla del Hércules (Carlos Martínez es un «10») tienen unos números difícilmente empeorables. Stephane Emaná, el que más minutos ha jugado, anotó su único tanto hace cuatro meses y medio. Trabaja, pelea y corre pero esta negado en el remate. Por su parte, el jiennense Carlos Fernández ya tiene las maletas preparadas y se ha quedado fuera de las dos últimas convocatorias. No tuvo fortuna en los minutos aislados que le dio Planagumà (se encontró con el palo en un par de ocasiones) y para encontrar su último gol hay que remontarse al mes de enero de la temporada pasada. Ver para creer. El máximo realizador de la plantilla sigue siendo el barcelonés Carlos Martínez, con seis.

2. Desplome a domicilio: tres meses de la última victoria

El Hércules no gana a domicilio desde hace casi tres meses, cuando derrotó al Lleida (0-1) con un gol de cabeza de Álvaro Pérez en un saque de esquina. Desde entonces, dos empates (Olot y Conquense) y cuatro derrotas (Alcoyano, Sabadell, Baleares y Ontinyent). El equipo de Planagumà siempre ha estado arropado por sus seguidores lejos de Alicante pero algunos empiezan a perder la paciencia, tal y como quedó demostrado el pasado domingo al término del choque de El Clariano. La plantilla y Planagumá se acercaron a aplaudir a los 200 herculanos y varios respondieron con reproches y algunos insultos. El idilio entre el equipo y la afición puede saltar por los aires si la dinámica de resultados no cambia de inmediato. En Ontinyent se pidió tímidamente la dimisión del técnico barcelonés, pero desde el club descartan rotundamente que se vaya a producir.3. Diego Benito, único faro en el centro del campo

El Hércules depende en exceso del madrileño Diego Benito, único organizador de la plantilla ya que Fran Miranda y Paco Candela tienen un perfil defensivo y, además, ambos están rindiendo ahora por debajo de lo esperado, sin la agresividad y la presencia necesarias por delante de los centrales. Hasta el momento Benito ha jugado todos los partidos a excepción del de Baleares por sanción, pero los rivales ya saben que presionándole tienen mucho ganado. Tampoco ayuda que Planagumà siente en el banquillo por sistema a Pablo Íñiguez, el central con mejor salida de balón de la plantilla.

4. Paupérrima aportación de la segunda línea de ataque

Es injustificable que Emaná solo haya marcado un gol y Carlos Fernández ninguno, pero tampoco tiene justificación la paupérrima aportación de la segunda línea. Chechu lleva dos dianas, por una de Juli y Salinas, y ninguna de Pol Roigé. Al Hércules le falta gol por todos lados y Portillo está a tiempo de arreglarlo en el mercado de invierno.

5. El mal de enero ataca de nuevo y tiemblan los cimientos

Como si de una pesadilla se tratara, las Navidades le sientan como un tiro al Hércules desde que descendiera a Segunda B. En enero fueron despedidos Pacheta y Manolo Herrero y todos los males son ahora calcados, a excepción de las lesiones, que este año aparecen con menos frecuencia. El equipo se ha descolgado hasta la sexta plaza y vuelve a llamar la atención la falta de gol. La experiencia dice también que el mercado de invierno y sus refuerzos serán decisivos, para bien o para mal. El primero en llegar fue Jesús Alfaro, que debutará el sábado contra el Villarreal B, y el segundo será Benja o Jona. Portillo negocia con ambos en busca de pólvora.

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