Ni siquiera esta temporada, que comenzó con el mejor inicio liguero desde los lejanos años 30, da una tregua a un Hércules acostumbrado recientemente a disputar finales antes de hora. Hoy, con la primera mitad del curso consumida e inmerso en un mes de enero que nunca le trae buenas nuevas, el equipo afronta dos partidos vitales para definir qué camino escoge. Por un lado, el de tutear de nuevo al grupo de gallos que debiera liderar siempre; y por otro, el de codearse de nuevo con las urgencias y los volantazos contra reloj.

Después de sumar únicamente dos victorias en los últimos dos meses y con el equipo por primera vez fuera del «play-off» de ascenso (a excepción de la anecdótica primera jornada), la figura de Lluís Planagumà -el entrenador que devolvió la alegría al entorno- pierde fuerza entre la cúpula de una entidad que sin embargo inició en diciembre diálogos para renovarlo.

Los dirigentes del Hércules no quieren que el equipo vuelva a caerse en el inicio de año como ya ocurriera en los anteriores precedentes en Segunda División B, aunque el director deportivo Javier Portillo tendió la mano al técnico catalán hace un mes para prolongar su contrato independientemente de lo que ocurriera en esta temporada. Planagumà firmó el pasado verano únicamente por una temporada, con opción a otra en caso de lograr el ascenso.

Pese a no acompañar al equipo in situ el pasado domingo en Son Malferit, los máximos accionistas del Hércules, Enrique Ortiz y Juan Carlos Ramírez, mostraron su preocupación por el irregular rumbo de un equipo que por otra parte sí gozará de un respaldo económico para la llegada, por el momento todavía lejana, de un delantero centro.

El crucial mes de enero, clave para el ansiado ascenso a Segunda, continúa este domingo con el viaje a El Clariano, la visita a Alicante del Villarreal B y el partido a domicilio contra el filial del Espanyol. «Es un bajón, le pasa a todo el mundo que quiere ser campeón y nosotros también lo hemos sufrido», explicaba ayer el director deportivo blanquiazul, un Javier Portillo que también trató la ineficacia goleadora. «En verano fuimos a por lo mejor y tienen que empezar a marcar diferencias, pero tengo total confianza en la plantilla», indicó.

En estos tres próximos enfrentamientos el Hércules tratará de revertir una dinámica viciada y Portillo, consciente de ello y preguntado por la relevancia del choque de Ontinyent, señaló que deben afrontar «cada partido como si fuera el último de nuestra vidas».

Un mes devorador

El inicio del nuevo año ya lastró los proyectos de Pacheta, Manolo Herrero y Claudio Barragán; tres de los cuatro antecesores de Planagumà. Los dos primeros fueron destituidos en el mes de enero y Claudio, que ya había reemplazado a Siviero, en febrero. En la 14/15 Pacheta abandonó el banquillo en la jornada 22 con el Hércules en cuarta posición y a siete puntos del líder. Por su parte, Manolo Herrero, hizo lo propio un año más tarde a las 21 jornadas, con el equipo también cuarto, pero a nueve puntos de la cabeza. En 2018 Claudio fue cesado en febrero, en la jornada 25 y tras 16 al frente. El Hércules era octavo, a 20 del líder y a seis del «play-off».