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Asoman las dudas en el Hércules

Preocupante traspié del equipo blanquiazul ante un rival que le dejará hoy fuera de la promoción si el Cornellà gana al colista Teruel

Pese a despedir 2018 con un buen partido ante el Barcelona B, es innegable que el Hércules de Planagumà empieza a dar síntomas de agotamiento, algo verdaderamente preocupante teniendo en cuenta que, literalmente, queda toda la segunda vuelta por delante. La cuesta abajo del conjunto blanquiazul no es acelerada, ni ha adquirido gran velocidad, pero sí es incontestable. El Hércules ha perdido las señas de identidad que le llevaron a liderar el grupo III durante varias jornadas. Sigue con los mismos males (promedia menos de un gol por partido) y empiezan a aparecer grietas en el muro defensivo que le ha sustentado hasta la fecha. La merecida derrota de ayer en el campo del rival directo Atlético Baleares puede tener consecuencias funestas, ya que el Hércules acabará hoy la jornada fuera de puestos de promoción por primera vez en el curso si el Cornellà gana al colista Teruel (16.30).

El choque ante el Atlético Baleares fue un despropósito. Nada funcionó y casi todo lo que podía salir mal, salió. Solo la inspiración de Falcón evitó la goleada antes del descanso y ya en la segunda parte Emaná desaprovechó la única ocasión clara para recortar distancias.

Planagumà preparó el partido a conciencia pero la toma de decisiones no fue la correcta, sobre todo en el lateral izquierdo. Como ya hiciera en campos pequeños (Ebro y Cornellà) con mucho juego directo del rival, el técnico apostó por Adrián Jiménez en detrimento de Nani pero el madrileño estuvo calamitoso. Por su banda llegó el 1-0 (12') y aún más culpa tuvo en el 2-0 (18') porque fue claramente superado en el duelo aéreo, en un córner, con el goleador Villapalos. El técnico del Hércules también apostó de inicio por Emaná como «9»en busca del juego directo pero el camerunés sigue sin aparecer, no marca desde hace cuatro meses, y mandó al larguero la mejor ocasión alicantina. Por último, Planagumà suplió al cerebro Diego Benito, sancionado, con Paco Candela, pero el doble pivote de contención también hizo aguas en un escenario a priori propicio porque abundaba el juego aéreo y las segundas jugadas.

La puesta en escena del Hércules no fue mala, todo lo contrario. Pol Roigé reclamó penalti en el minuto 8 cuando se colaba en el área (el leve contacto se produjo fuera de la zona de castigo) y en el 11' probó suerte Carlos Martínez con un disparo desde la frontal que se marchó alto por poco. El partido estaba bajo control en un escenario horroroso pero todo saltó por los aires en el 12', cuando Fullana sirvió un buen balón entre Adrián y Chechu Flores que aprovechó Kike López para ganar metros sin oposición, levantar la cabeza y regalar el gol al espigado Nuha, que tenía más ganas de marcar que nadie porque el seleccionador de Gambia estaba en la grada.

Con todo el partido prácticamente por delante, el Hércules trató de recomponer su figura y seguir buscando a Carlos Martínez para abrir la defensa de un Baleares que acumulaba siete victorias seguidas en Son Malferit pero que hasta ayer había recibido muchos goles. Pero no hubo tiempo para la reacción porque sólo seis minutos después (18') un error grave de marcaje en un saque de esquina provocó el 2-0. Adrián Jiménez perdió el duelo aéreo con Villapalos y el cabezazo potente de este último sorprendió a un Falcón desconcertado e impotente al ver cómo la seguridad defensiva del Hércules quedaba hecha trizas en el primer partido de 2019 y último de la primera vuelta.

Como reconoció después Planagumà en la sala de prensa, el 2-0 dejó a los blanquiazules noqueados, groguis por la falta de experiencia en situaciones similares. El doble pivote Miranda/Candela seguía sin imponerse, Emaná no generaba nada como «9» y Chechu era un espectador más. El castigo pudo ser todavía mayor ya que Falcón realizó dos paradas extraordinarias al filo del descanso. En la primera acción, Pol Bueso perdió infantilmente el balón cuando lo conducía, Samuel falló después al intentar despejar y sólo el pie milagroso del meta evitó el 3-0 del inglés Samuel Shashoua. Pocos segundos después, un disparo a bocajarro de De la Espalda desde la frontal del área se encontró con otra magnífica respuesta del gaditano.

Mejoría sin pólvora

El Hércules ofreció otra cara tras el descanso, pero ni siquiera le valió para recortar distancias debido a su endémica falta de pegada (16 goles en 19 partidos). Planagumá varió su esquema en el 55' dejando sólo a Paco Candela como pivote (Juli por Miranda) y dando entrada a Nani por un señalado Adrián Jiménez. La mejor ocasión y la única que realmente pudo meter al equipo blanquiazul en el partido llegó en el minuto 63. Samuel peinó de cabeza hacia atrás un servicio de Chechu y el balón le quedó en posición inmejorable a Emaná, que definió con más potencia que sutileza y estrelló el balón en el larguero. El camerunés fue protagonista también en el tramo final al desperdiciar otra buena llegada. El «9» se anticipó al portero en la salida, se llevó el balón, pero después pecó de precipitación a la hora de definir y ni siquiera mandó el balón entre los tres palos cuando el meta estaba fuera del área ligeramente conmocionado por el choque.

La entrada tardía del canterano Álvaro Salinas por un desaparecido Chechu Flores tampoco obró el milagro y el Hércules acabó hincando la rodilla en Son Malferit, donde el Atlético Baleares se muestra inexpugnable y amenaza seriamente con jugar la promoción como ya hiciera hace dos temporadas.

La derrota enciende las primeras alarmas de la temporada en el Rico Pérez porque una victoria hoy del Cornellà ante el colista Teruel dejaría açl Hércules fuera de la promoción por primera vez en esta temporada que tanta ilusión había generado.

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