De tanto mirar al futuro, el Hércules a veces descuida el presente y algo así le pasó en el inicio de un 2018 que resultó lapidario porque no ganó hasta el 18 de febrero. Sea como fuere, la entidad blanquiazul se aferra a una segunda parte del año en la que, espoleado por el «efecto Planagumà», ha logrado recuperar privilegios que le pertenecen por historia, afición, economía y honor.

La llegada del técnico catalán para la temporada 18/19 ha hecho olvidar de un plumazo el desastroso precedente de la 17/18, en la que hubo tres entrenadores (dos en 2018) y en la que el Hércules se vulgarizó más que nunca, quedándose incluso fuera de los puestos que dan acceso a la Copa del Rey.

Gracias a las nueve victorias de Planagumà, el Hércules despide el 2018 con más triunfos que derrotas (13-9), pero en estos 365 días el resultado más repetido fue el empate (15 en 37 partidos). Esa racha la comenzó el equipo con Claudio, que inició las seis primeras jornadas del año con cinco empates.

Ese nefasto arranque de año no le valió para seguir en el cargo, como tampoco bastó en los tres años anteriores a Tevenet En lugar de Claudio llegó un Visnjic que poca culpa tuvo en el devenir de un equipo que llegó a estar en alguna jornada más cerca del «play-out» a Tercera que del «play-off» a Segunda División.

Chechu, a falta de un goleador

El actual capitán Chechu Flores volvió a ser el máximo goleador del año por tercera vez consecutiva. El extremo jienense, reconvertido en muchas ocasiones como falso «9», ha vuelto a asumir tareas goleadoras ante la falta de un delantero de referencia. Chechu cierra el 2018 con 7 goles (2 en la presente temporada); seguido de Carlos Martínez, con seis goles; y de Moha, que hizo cinco goles en la segunda vuelta de la 17/18.

En cuanto a partidos, Falcón y Juli lideran la tabla con 36 partidos, sólo uno menos de los 37 oficiales que disputó el Hércules en 2018.

Enigma institucional

Aliviado tras el reciente fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que le libera de la obligación de pagar inmediatamente los 6,9 millones que le reclamaba la Comisión Europea, el Hércules afronta una segunda vuelta de la 18/19 decisiva, en la que sólo le vale ascender, ahora que la burocaria le ha tendido un cable.

Dimisión, veto, reyerta y centenario

La presente temporada, que comenzó excelentemente en lo deportivo y que llegó al parón navideño con varias dudas, quedó durante alguna semana secundada por el revuelo que crearon varios sucesos. El primero, la dimisión del hasta entonces presidente Quique Hernández por «falta de confianza» con los accionistas del club, principalmente con Juan Carlos Ramírez.

Apenas una semana después los aficionados del Hércules se encontraron en su visita a Paterna con una prohibición de acceso por haber nacido en Alicante. El caso, una torpeza del Valencia, copó portadas nacionales y fue llevado a la Justicia por dos aficionados blanquiazules.

A ello le sucedió una reyerta entre ultras del Hércules y del Castellón en los alrededores del Rico Pérez y una fallida comisión del centenario. Que el 2019 cambie tanto es imposible. Mejorarlo, un deber.