Es un partido distinto. El último de 2018, un año mejorado muy año tras los nefastos resultados de la 17/18. La visita de mañana (Rico Pérez, 20 horas) del Barça B, quinto clasificado, bien vale un cambio de rutina. El Hércules, con Planagumà al frente, ha marcado este choque en rojo y la plantilla se concentrará mañana para comer y descansar, antes del pitido inicial, algo inédito cuando se juega en casa.

Planagumà sorprendió ayer con la trascendencia que él mismo le dio al choque de mañana ante el Barça B: «Es el partido, una muestra de lo que puede ser un choque de 'play-off' o de lucha por el campeonato; es una jornada de duelos directos y podríamos acabar colíderes, que es el reto que nos hemos marcado desde hace tiempo». En este sentido, quiso aclarar que esta importancia que le ha otorgado el vestuario al partido «no es presión, sino responsabilidad». «Es que no hay otro partido la semana que viene, todo lo que hemos hecho en las 17 jornadas no vale», apuntó.

No deja a nadie indiferente. Ni para bien ni para mal. Planagumà volvió a demostrar ayer en rueda de prensa que domina el escenario, que su mensaje es preparado y que no rehúye el contacto. El técnico del Hércules comparó la relación del equipo y la ciudad de Alicante: «Es como una familia y su hijo». «Empezamos en pretemporada siendo un bebé, que trae ilusión a la casa, fuimos ganando partidos y batiendo récords y todos estaban orgullosos de él», se refirió Planagumà sobre el fantástico inicio de Liga del equipo. «Ahora el niño ya ha crecido, se ha hecho mayor y a veces saca malas notas en la ESO y llega tarde a casa, pero los padres siempre están al lado de los hijos y quieren ayudarlos», culminó un Planagumà en clara alusión a una afición que se ha mostrado esta temporada con más ilusión que en los cuatro anteriores precedentes, pero que silbó por primera vez al equipo hace dos semanas. «Deben creerse la importancia que tienen en la competición», apuntó el técnico.

Planagumà, criticado por sus palabras tras el partido en La Fuensanta de Cuenca, en las que argumentó que el Hércules había empatado «por ser valiente», aclaró ayer que su discurso fue sacado de contexto. «A veces pasa que dices una cosa y parece otra, no quise engañar ni falsear la realidad, fui autocrítico y no puedo pretender que todo el mundo entienda lo que yo digo como yo quiero», deslizó el preparador blanquiazul.

Un «perico» ante el Barça

Planagumà, técnico durante años de la cantera del Espanyol, reconoció ayer que tenía «ganas especiales» de enfrentarse mañana al Barça: «Se vive de otra forma, pero mis jugadores también porque están orgullosos de pertenecer a este grupo que hemos formado».

No se espera un cambio de dibujo para contrarrestar al filial. «Si hago cambios en el once, me cae la de Alcoy», bromeó el técnico, que introdujo variantes en El Collao y terminó perdiendo el choque.