Planagumà continúa con su discurso canónico. Una alocución preparada, medida al milímetro y que no permite ningún paso en falso. Con el mercado de invierno a la vuelta de la esquina y con varios nombres sobre la mesa como Benja, Dioni, Carlos Fernández o José Fran; el técnico del Hércules ha decidido dar un paso al lado. O, al menos, eso es lo que dice de puertas hacia afuera.

La explicación no es otra que la de no debilitar la cohesión de un grupo que rezuma confianza y unidad desde el pasado verano y que tanto ha tratado de tejer el técnico catalán. Una declaración abiertamente explícita admitiendo que al Hércules le hace falta un delantero centro, como hiciera la temporada pasada Claudio Barragán, sería reconocer que alguno de los tres arietes (cuatro con el canterano Tarí) que hay en la plantilla sobra.

Así lo cree Planagumà o así se le entiende entre líneas al entrenador catalán en cada una de las oportunidades que tiene para responder sobre el tema del mercado. «Me quiero desmarcar de los fichajes», deslizaba ayer Planagumà en rueda de prensa. «Este asunto depende de otra parcela, mis jugadores son los mejores», zanjó el tema.

El balón queda, por tanto, en el tejado de una dirección deportiva donde campa a sus anchas esta temporada el exfutbolista Javier Portillo, sin injerencias como años anteriores del empresario vasco Juan Carlos Ramírez. Este paso al lado de Planagumà en materia de fichajes contrasta con la implicación directa que tuvo en la confección de esta plantilla, incluso antes de ser presentado oficialmente como entrenador del Hércules.

«A diferencia de este verano, donde se hizo un gran trabajo, ahora estamos en plena competición y mi trabajo es entrenar y preparar los partidos. Solo pienso en ganar al Conquense, luego al Barça B y así sucesivamente», se pronunciaba ayer el entrenador blanquiazul.

No es ningún secreto que el Hércules no hará ninguna revolución como sí hiciera en el primer curso en Segunda División B de esta etapa, cuando firmó a cuatro futbolistas (Mainz, Álvaro García, Javi Flores y Vivi). Por tanto, en torno a uno o dos refuerzos será el recorrido del Hércules en este mercado invernal que abre en dos semanas y que puede anticiparse por la desaparición del Reus, que con toda seguridad este fin de semana disputará el último partido de su historia.

No variará la necesidad de buscar a un hombre-gol pese a que el equipo venza mañana en Cuenca y el próximo sábado en el Rico Pérez ante el filial culé. La dirección deportiva blanquiazul entiende que la Liga es larga (play-off incluido) y que el equipo necesito un empujón para dar caza a un objetivo que ya va por el quinto intento.

Ese retoque para buscar el salto de calidad irá acompañado del enésimo esfuerzo económico que deberá realizar Enrique Ortiz, propietario único del Hércules desde hace ya 19 años.

Minimizar errores

Planagumà recordó que el equipo debe mejorar fuera de casa, donde ha cosechado dos derrotas seguidas: «Se nos ha castigado mucho cuando hemos estado mal, intentaremos que los malos momentos no nos penalicen en el marcador como en Alcoy y Sabadell». El Hércules, que estará acompañado mañana por unos 200 hinchas, partirá hacia Cuenca en autobús a las 16.30 de hoy y se alojará en el hotel Torremangana, a 700 metros del estadio La Fuensanta.