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Carlos arregla el entuerto

Una genialidad aislada del punta de Mataró desatasca a un Hércules muy plano que sudó tinta para superar al colista Peralada

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La victoria del Hércules ante el Peralada en imágenes

En esta última etapa del Hércules en Segunda B hay varias tradiciones que se repiten año tras año, independientemente de quién esté en el banquillo del Rico Pérez y sobre el césped. Una de estas máximas es que cualquier filial que asome por el coliseo blanquiazul jugará a placer, como en casa, independientemente de la edad de sus jugadores o su situación en la tabla. Ayer le tocó el turno al colista Peralada-Girona B. El cuadro catalán, con buen manejo del balón, se adueñó del mismo, superó líneas con facilidad y se defendió muy bien al replegar con cinco jugadores. El espectáculo para el seguidor herculano era verdaderamente inaguantable y el equipo de Planagumà tuvo que aguantar varias pitadas en diferentes fases del duelo. En anteriores temporadas, el Hércules hubiera protagonizado ayer una «petardà» de las que dejan aturdidos a sus aficionados durante varios días, pero este año viste de blanquiazul un delantero diferencial: Carlos Martínez. El punta de Mataró es puro talento y ayer arregló el entuerto con una gran acción individual (68') al recibir el balón en la frontal del área. Con la cabeza alta y manejando las dos piernas se quitó de encima hasta a tres rivales y batió a Vito con un zurdazo raso ajustado al palo.

Pero hasta que llegó esta genialidad aislada, al Hércules se le hizo bola el trámite ante el colista, y de qué manera. La puesta de largo ya fue mala pese a las novedades de Nani en el lateral izquierdo y Paco Candela por delante de los centrales, dejando en el banquillo a Fran Miranda en busca de más fluidez en la salida de balón. Pero al equipo de Planagumà le faltó ayer fluidez y todo lo demás. Especialmente grave fue la nula profundidad de las bandas, ocupadas por un irreconocible Pol Roigé y un Chechu en versión gris. Con Emaná desquiciado como nueve sin espacios y Carlos Martínez disperso, el Hércules dejó una imagen muy mala en el primer acto y su afición lo castigó con pitos.

Pocas cosas molestan más a los seguidores del Rico Pérez que los rivales se apodereren del balón ante la inexplicable complacencia del conjunto blanquiazul. No había presión agresiva ni precisión a la hora de iniciar los ataques. Aún así los blanquiazules pudieron marcharse al descanso en ventaja porque Carlos Martínez rozó el gol en el minuto 27 tras una buena jugada colectiva que el punta de Mataró desperdició delante del meta por adornarse demasiado. Sentó al portero con un amago, pero esperó demasiado para definir y al final un central sacó el balón sobre la línea.

Aunque el Hércules pedía cambios a gritos, Planagumà no varió el guión en el descanso. Pol Roigé y Chechu siguieron ocupando las bandas y Carlos y Emaná ejercía de referencias ofensivas. El arranque de segundo acto fue algo más brioso por parte de los blanquiazules, pero no llegaron ocasiones de peligro y el Peralada, cada vez más deshinibido, empezó a merodear el área de Falcón. La grada contestó con una pitada a la tercera llegada del filial del Girona y Planagumà movió el banquillo (62') dando entrada a Juli en la banda izquierda y situando a Chechu junto a Carlos en ataque. Seis minutos después llegó la genial acción de Carlos Martínez que derribó el muro catalán.

El marcador a favor y la grada de nuevo prendida no cambiaron el devenir de un partido que parecía y irrevocablemente destinado al sufrimiento.

Chechu Flores reclamó penalti en una galopada a la espalda del central que le permitió meterse dentro del área y plantarse practicamente delante del portero, pero luego le faltó oxígeno y se dejó caer al notar el contacto con el oponente.

El colegiado no picó, dejó seguir el juego y el Hércules acabó pidiendo la hora, más por lo ajustado del marcador que por los méritos contraídos por un Peralada con buen criterio en la salida de balón, pero muy poca pegada y menos maldad. De hecho, Falcón no tuvo que emplearse a fondo en la segunda parte porque sus compañeros solventaron con acierto las acciones a balón parado generadas cerca del área.

Esta sufrida victoria permite al Hércules saltar de la cuarta a la segunda plaza antes de visitar el domingo (12.00 horas) al Conquense en el penúltimo partido de un 2018 que los blanquiazules cerrarán el sábado 22 en el Rico Pérez contra el Barcelona B.

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