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¿Qué le pide el Hércules a los Reyes Magos?

Portillo debe convencer a Ortiz y Ramírez para que de nuevo hagan un esfuerzo en enero, con el gol como gran necesidad

Conversación en el Rico Pérez entre el técnico Planagumà y el director deportivo Portillo. rafa arjones

El Hércules ha acudido, con mayor o menor necesidad, a todos los mercados de invierno desde que descendió a Segunda B y este curso no será una excepción. Aunque el director deportivo Javier Portillo quiere tratar con absoluta discreción el asunto, el madrileño tratará de aumentar la competitividad de la plantilla en enero, consciente de que el Hércules tiene este año una gran oportunidad para acabar como líder y comprar así más papeletas para el ascenso.

Portillo deberá convencer de nuevo a los dueños Enrique Ortiz y Juan Carlos Ramírez para que hagan un esfuerzo principalmente en busca de gol, ya que los datos que arroja la plantilla son, como mínimo, discretos otro año más. El director deportivo cuenta con el visto bueno de su suegro y le queda llamar a la puerta del empresario vasco en busca de una partida presupuestaria que dé un salto de calidad a un bloque que ha rendido con nota en el primer tercio de Liga. Aunque Portillo se refugia en la cautela, es evidente que lleva meses rastreando el mercado en busca de un goleador que mejore lo que actualmente hay en el vestuario. Y con los números en la mano no parece muy difícil la empresa ya que Stephane Emaná solo ha marcado una diana y Carlos Fernández ninguna. Por su parte, Carlos Martínez, intocable, acumula cuatro y tiene otra temporada más de contrato.

Emaná no ha tenido continuidad debido a las lesiones musculares y todo parece indicar que continuará en la plantilla porque el Hércules hizo una apuesta fuerte por él en verano y mantiene la confianza. Más delicada es la situación de Carlos Fernández. El punta de Jaén se quedó finalmente en la plantilla en agosto porque Portillo le abrió la puerta de salida a David Torres (ahora en el Ontinyent) pero no se ha reivindicado desde entonces. Carlos Fernández es el jugador profesional (mayor de 23) de la plantilla con menos minutos (135), solo fue titular en Alcoy y su última diana fue hace justo un año, ante el Llagostera a domicilio. Pero no es el único futbolista del vestuario blanquiazul cuyo rendimiento ha sido decepcionante. El extremo José Fran tampoco ha respondido a las altas expectativas que Portillo puso en él cuando llegó (pocos días después del último gol de Carlos Fernández) procedente del Albacete, con el que ascendió. Firmó un contrato por dos años y medio que el pasado verano se rebajó a petición del club, pero su aportación está siendo muy discreta. Ahora desempeña el rol de revulsivo y sólo vio puerta en el partido inaugural de la temporada ante el Ontinyent. El extremo santapolero fue hace poco elogiado por el técnico Lluís Planagumà: «Tiene unas características que muy pocos jugadores tienen en Segunda B, es rápido, con desequilibrio, y esperamos mucho de él».

El problema del gol en este Hércules no se circunscribe solo a los delanteros Carlos Martínez, Emaná y Carlos Fernández, sino a los atacantes de segunda línea y extremos, cuya aportación también es prácticamente nula: Chechu Flores (2), Juli (1), José Fran (1), Pol Roigé (0) y Álvaro Salinas (1).

El Hércules se ha reforzado todos las temporadas en el mercado de invierno desde que descendiera a Segunda B en junio de 2014. En la 14/15, el entonces director deportivo Dani Barroso incorporó al extremo Juan Quero (Ratchaburi de Tailandia) y al mediocentro Carlos Indiano (Albacete). Este último sufrió una lesión grave y en su lugar llegó el canario David González (Alcorcón), que verdaderamente marcó diferencias en la sala de máquinas en aquel Hércules dirigido por Manolo Herrero que fue cruelmente eliminado en el Carranza de Cádiz tras un arbitraje escandaloso.

En enero del curso siguiente, 15/16, llegaron hasta cuatro fichajes que elevaron sensiblemente el nivel del vestuario que ya dirigía Vicente Mir. El polivalente Álvaro García (Huracán), el mediocentro Albert Vivancos (Girona), el mediapunta Javi Flores (sin equipo) y el delantero David Mainz (Huesca) acabaron siendo titulares en la promoción. El equipo blanquiazul se quedó a 90 minutos de subir, de nuevo ante el Cádiz.

Una temporada después (16/17), los dueños no estaban por la labor de rascarse el bolsillo porque veían la campaña casi perdida y en invierno solo llegaron el central Lolo, procedente del Elche, y el delantero Juan Delgado, cedido por el Levante. Ambos pasaron sin pena ni gloria. Por último, el curso pasado sucedió algo similar. Pese a la pólvora mojada de Carlos Fernández y Óscar Díaz, en enero solo vino el extremo José Fran, procedente del Albacete.

El actual entrenador blanquiazul Lluís Planagumà no quiere ni oír hablar del mercado de invierno y afirma estar centrado en obtener el máximo número de puntos antes de que llegue el parón navideño. Los blanquiazules cerrarán 2018 ante el Peralada-Girona B, Conquense y Barcelona B y el liderato, que ocupa el Lleida, está a tres puntos.

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