Titular indiscutible desde su llegada el pasado verano al Hércules. Trece partidos saliendo de inicio de 14 jornadas (sólo las probaturas de Planagumà en Alcoy le dejaron en el banco) y formando una dupla potente y temida en la banda derecha junto con Juanjo Nieto. A Pol Roigé (Barcelona, 1994) le persigue el liderato del grupo III, el mismo que ocupó durante la primera vuelta de la temporada pasada con el Mallorca, antes de marcharse en el mercado invernal cedido al Celta B.

Asentado en Alicante y con la confianza del técnico y de la dirección deportiva del Hércules, a Roigé sólo le falta el gol para confirmar con mayúsculas que es uno de los mejores activos de este equipo. Los caprichos del destino podrían designar que éste fuera este domingo (17 horas) en la Nova Creu Alta, la que fue su casa durante dos temporadas. "Tengo muchas ganas de marcar, pero si lo hago, no lo celebraré por respeto", apuntó el extremo diestro esta mañana tras el entrenamiento. Sin embargo, las prisas por estrenar un casillero que lleva desierto desde hace dos años y medio no le inquietan: "Los goles ya vendrán con el trabajo, hay que pensar que lo más importante es el trabajo para el equipo".

El Hércules defenderá coliderato en la Nova Creu Alta, aunque Roigé reconoce que no será una cita fácil: "Será un partido bueno e interesante porque el Sabadell está llamado a estar más arriba (hoy es séptimo), va a estar entre los cuatro primeros seguros, va a ser un partido de play-off, parecido al de Lleida".

Del conjunto arlequinado, al que llegó en 2014 para jugar en el filial y con el que terminó debutando en Segunda División, saltó al profesionalismo más absoluto con el Real Mallorca. "Me hace ilusión volver a Sabadell, desde que fui no he vuelto", deslizaba un Roigé que reconocía que, pese a los tres partidos sin ganar que encadenó el equipo hasta la victoria ante el Ejea, el vestuario no había perdido la fe. "Siempre hemos creído en nosotros mismos, sabemos de lo que somos capaces".

Susto en el entrenamiento

El propio Pol Roigé protagonizó uno de los sustos de la jornada de preparación del Hércules al caer de cabeza al suelo tras un salto muy parecido al que protagonizó Samuel hace unas semanas y que le apartó de la competición. "Gracias a Dios no ha sido nada y he podido seguir sin problema", revelaba el protagonista.