En los últimos entrenamientos del Hércules ha destacado la agresividad y motivación de Stephane Emaná y no es para menos, ya que el delantero camerunés sabe que tiene que recuperar el tiempo perdido a marchas forzadas. El punta vuelve a estar disponible tras pasar una de las semanas más duras de su carrera. De hecho, escribió el siguiente mensaje en su cuenta de Instagram, la red social más utilizada por los jugadores del vestuario blanquiazul: «Cuando ves que todo esta en un tu contra solo queda limpiar la mente y seguir adelante».

Emaná trabajó en solitario durante muchos días para superar la tercera lesión muscular de la temporada y el día de la reaparición, ante el Castellón, fue expulsado con roja directa a los tres minutos de entrar al campo por levantar el pie a la altura de la cara del portero. El exceso de revoluciones y de ganas de agradar le pasó factura y el delantero abandonó el campo entre abatido y furioso. Tuvo que echar mano de nuevo de la resignación para ver cómo los días de la semana pasada iban transcurriendo sin que pudiera competir en El Collao, ya que fue sancionado con un partido.

Ahora llama a las puertas del once ante el Ejea (hoy a las 18.00 en el Rico Pérez). De hecho quiere tirar la puerta abajo, como reconoce: «Hay que dejarle que suelte todo lo que lleva dentro en los entrenamientos y lo ha hecho, ha explotado, ahora queremos que explote también en la competición». Emaná ha sido uno de los protagonistas de esta semana de trabajo y tiene serias posibilidades de ser titular el ante el modesto conjunto aragonés, ya que Carlos Martínez entró ayer en la convocatoria pero sufre una elongación muscular y Carlos Fernández no se reivindicó en El Collao.

Este primer tercio de Liga ha sido desesperante para Emaná y, aunque no lo reconozcan públicamente, también para los técnicos del Hércules, ya que el camerunés es un jugador clave en el esquema porque debe ocupar la posición de nueve puro para que Carlos Martínez rinda como segundo punta, donde mejor lo ha hecho siempre.

Pero los datos que arrojan la competición son demoledores: el camerunés sólo ha disputado el 19% de los minutos debido a tres lesiones musculares, la última de ellas con un preocupante componente psicológico ya que las pruebas no revelaban nada. Únicamente ha marcado un gol (ante el Villarreal B hace casi dos meses) y quiere recuperar el tiempo perdido porque sabe que en esta temporada debe relanzar su carrera. El punta africano, de 24 años, firmó su última buena campaña hace ya tres años, demasiados para lo joven que es. En la 15/16 anotó 10 goles en el grupo III con el Pobla de Mafumet, filial del Nàstic, uno de ellos de chilena en el Rico Pérez. Disputó cinco partidos en Segunda y anotó otros dos goles. El curso siguiente (16/17) apenas participó en el Nàstic y el Hércules intentó sin éxito su cesión (finalmente llegó Juan Delgado). La temporada pasada también fue decepcionante ya que en la segunda vuelta, y ante la falta de oportunidades, se marchó al filial del Atlético de Madrid, con el que sólo jugó tres partidos de titular por las lesiones.

Aún así, el director deportivo del Hércules, Javier Portillo, apostó fuerte por él el pasado verano. Pero el gran hándicap es que llegó a Alicante sin hacer pretemporada y le ha costado un mundo ponerse al mismo nivel que sus compañeros. Emaná quiere ser protagonista en el Hércules y para eso necesita continuidad. «Es el típico delantero que es un quebradero de cabeza para cualquier central, es muy fuerte, no para y te lleva loco», destaca un futbolista del Hércules. Ahora le toca hablar en el campo.