La Conselleria de Educación, Cultura y Deporte ha abierto un expediente sancionador al Valencia Club de Fútbol tras recibir, la semana pasada, la denuncia del Hércules por los incidentes sufridos el pasado 14 de octubre en el partido Mestalla-Hércules en la ciudad deportiva de Paterna. En este encuentro, el club che decidió no vender entradas en la taquilla a las personas nacidas o residentes en Alicante, lo que provocó un revuelo de alcance nacional, ya que se quedaron fuera incluso peñistas del Valencia o el jugador del Levante Pepelu, así como medio centenar de seguidores del Hércules.

Tras el expediente abierto por la Conselleria de Deporte, el Valencia dispone de un plazo para presentar alegaciones, si bien el club che dejó claro en su comunicado que vetó a los alicantinos por «medidas de seguridad», al tiempo que sorprendentemente atacaba con dureza al Hércules por no informar con la suficiente diligencia a sus aficionados.

En las oficinas del Rico Pérez sentó a cuerno quemado el desplante realizado a sus seguidores en Paterna y todavía peor la reacción del Valencia 48 horas después, por lo que denunció los hechos ante la Oficina Nacional de Deportes, la jueza de Competición, el síndic de Greuges y al conseller de Deportes Vicent Marzà.

Juristas consultados por este diario consideran que el Valencia pudo incurrir en diferente infracciones y también incumplió la Ley del Deporte y de los Espectáculos Públicos.

Por otra parte, José Antonio Terol y Miguel Navarro, dos abonados del Hércules damnificados por el veto a los alicantinos en Paterna, presentaron, el 22 de octubre, en la Fiscalía de Valencia una denuncia contra el club che por «trato vejatorio y discriminatorio». Los aficionados, naturales de Monforte del Cid, decidieron elevar el caso a la Justicia por lo que consideran «un acto de xenofobia». «Como otros muchos fuimos al partido y no nos dejaron entrar cuando los taquilleros vieron en nuestro DNI que éramos de Alicante», asegura Terol. «Hemos decidido dar este paso tras conocer que el Hércules no espera demasiado de la vía federativa para imponer un merecido correctivo al Valencia», culmina Terol. Los denunciantes solicitan a la Fiscalía «investigar el caso y la posible comisión de un delito de odio por motivos xenófobos, tipificado en el artículo 510 del Código Penal, por parte del personal encargado de la taquilla de Paterna».