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Poca puntería, poca diversión

El Hércules se deja dos puntos por su repetida falta de gol - Pol Roigé y Chechu perdonan dos tantos claros y Carlos Fernández desperdicia un mano a mano en el 88´ - Un soberbio Falcón salva al equipo de un mal mayor

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El empate del Hércules ante el Olot en imágenes

Perdonar lo imperdonable pasa factura. Y pudo ser peor. Este Hércules 18/19 de Planagumà es, sin ninguna duda y por méritos propios, el mejor de este peregrinaje por Segunda B que ya va por cinco años; pero la falta de gol comienza a pasar de anécdota a cotidianidad. Ayer los blanquiazules se dejaron dos puntos y el liderato en el Municipal de Olot porque no tuvieron el acierto que se le presupone a un pez gordo de la categoría. Aunque el susto podría haber sido mayor si no es por el portero Falcón, que evitó tres goles cantados y que ya lleva cuatro partidos consecutivos cerrando a cal y canto la portería blanquiazul.

El Hércules salió tarde y mal al partido y el Olot rozó el 1-0 cuando los aficionados que se dieron cita en el coqueto estadio gerundense buscaban aún asiento. El mediocentro Héctor Simón, auténtico sastre de un traje hecho a medida, trazó un disparo en el 1' que sólo repelió la madera. Un aviso que tuvo inmediata reacción en el banquillo del Hércules porque Planagumà puso a calentar a tres de los suplentes. Como una amenaza al hijo travieso.

Tardó un cuarto de hora el Hércules en madurar una posesión larga que terminó en un querer y no poder del extremo Pol Roigé, que ni disparó ni asistió a Chechu cuando tenía espacio y tiempo para hacerlo.

Falcón sacó los guantes a relucir en un disparó seco de Guzmán en el 25' cuando el Hércules trataba de tomarle por fin el pulso al encuentro. Esa nueva intentona del Olot volvió a desestabilizar a los de Planagumà y, perdidos entre la maraña defensiva de cinco hombres que preparó el técnico Raúl Garrido, miraron más al cronómetro que al balón.

Tampoco inquietaría mucho más durante el primer tiempo el Olot a un Hércules que permanece sin mácula atrás, pese al carrusel obligado de caras nuevas que debe alinear Planagumà en la zaga. Ayer Álvaro Pérez y Pol Bueso apenas dejaron revolverse al delantero Marc Mas, que llegaba al partido con cuatro dianas en Liga y ganas de lucir ante el líder. Los laterales Juanjo Nieto y Nani, dos de los activos más incontestables del Hércules, anduvieron más afanados en guardar la espalda que en hacer kilómetros hacia adelante. Enfrente tuvieron a Guzmán y al viejo rockero Xumetra, que sigue trepanando espacios a sus 33 años.

Sin cambio de cromos, pero con supuesta perorata de Planagumà en el vestuario visitante, el Hércules salió del túnel con otra cara. Más intenso, menos permisivo.

Y así tuvo en tres acciones casi consecutivas el 0-1. En el 53' Diego Benito, que se dejó poco ver durante todo el encuentro, armó un disparo muy similar al que dio la victoria ante el Badalona y el rechace del meta Ginard le cayó a Roigé en área pequeña, con toda la portería para él. Quiso asegurar con el interior de su pierna derecha y el guardameta local se rehizo y sacó una mano prodigiosa que envió el balón a córner.

Con el balón nuevamente en juego, el extremo catalán se sacó un nuevo chut; esta vez, un zurdazo sin ángulo; pero volvió a aparecer Ginard. El poco tino que está teniendo Roigé de cara a gol contrasta con su buen despliegue semana tras semana, pero el gol -ya lo dijo Planagumà- no es sólo cosa de los delanteros.

Dos minutos más tarde de la doble ocasión, apareció en acción el omnipresente Juli con una galopada eterna por el carril derecho para terminar cediendo a Chechu, compañero de esfuerzo por el otro costado. Con todo a su favor, el capitán del Hércules no acertó a enviar el balón entre los tres palos y la ocasión se marchó desviada.

Eran los mejores momentos de los de Planagumà, que sacó al enigmático José Fran por Juli a falta de 20 minutos para el pitido final. Causalidad o no, ese movimiento frenó el caudal ofensivo que había desplegado el Hércules en la segunda mitad, minimizando muy mucho a un Olot que trabajó contra viento y marea para desestabilizar al líder.

Mientras, Juanjo Nieto por fin logró conectar una subida en condiciones por su banda y la defensa del Olot no tuvo más remedio que derribarlo en la frontal. Una oportunidad inmejorable para el Hércules a balón parado, suerte que le había sonreído hacía siete días en Lleida. Pero esta vez no salió cara y la falta, que ejecutó con esmero Diego Benito por encima de la barrera, volvió a encontrar oposición en las manos de un inspiradísimo Ginard.

Acto seguido vino la réplica del Olot, agazapado en la segunda mitad y sin tanto protagonismo como en los primeros 45 minutos. La escena tuvo los mismos protagonistas que en el primer tiempo: Héctor Simón armó un disparo duro abajo y Falcón volvió a demostrar que es un portero de los que ganan partidos. O al menos eso es lo que dejó en bandeja porque en el 88' Carlos Fernández que había entrado por Roigé, desperdició estrepitosamente un mano a mano ante Ginard en el que picó muy blanda la pelota. El contragolpe lo ejecutó a la perfección el extremo santapolero José Fran, que robó la pelota en tres cuartos de campo y cedió a la perfección al ariete jienense. Pero no entró el balón.

El Hércules lleva 10 goles a favor en 11 jornadas y ayer perdió el liderato porque el Villarreal B venció 1-2 en Ontinyent. Un segundo puesto algo anecdótico porque los blanquiazules, con los mismo puntos, vencieron al filial en septiembre.

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