Los aficionados del Hércules que denunciaron el veto del Valencia a los alicantinos en la Ciudad Deportiva de Paterna elevaron ayer el caso a la Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte.

José Antonio Terol y Miguel Navarro, que ya llevaron a principios de esta semana el caso a la Fiscalía, solicitan ahora una multa de 60.000 euros al club che, así como la clausura de la Ciudad Deportiva Antonio Puchades durante cinco partidos como máximo.

Los denunciantes, naturales de Monforte del Cid y que sufrieron en primera persona la prohibición de acceso en las taquillas el domingo 14, aseguran en el escrito presentado que el Valencia obró con «prepotencia, preeminencia y supremacía sobre los aficionados blanquiazules». Además, detallan en la denuncia que los seguidores del Hércules actuaron en todo momento con un comportamiento «ejemplar».

Terol y Navarro deslizan que los taquilleros de la Ciudad Deportiva Antonio Puchades no deben motu propio tomar tales decisiones, «por lo que obliga a pensar que o siguieron instrucciones expresas de la directiva del Valencia CF o las instrucciones las recibieron del delegado de campo».

El escrito también denuncia que el Valencia «trató de humillar a los seguidores que habían hecho un desembolso económico para trasladarse a Valencia». «Habían dispuesto de su tiempo para ir a ver el partido y animar a su equipo, algunos de ellos con sus hijos menores de edad, como es el caso de los denunciantes, siendo vejados e insultados en las mismas taquillas del campo por empleados del Valencia al negarles la entrada».

«Comportamiento ejemplar»

Terol y Navarro también recalcan en la denuncia que presentaron ayer en Antiviolencia que el comportamiento de la afición herculana desplazada a Paterna fue «ejemplar». «Por ello que lo ocurrido debe ser denunciado con el fin de que reciba su correspondiente castigo», apunta el escrito. La Justicia tiene ahora el balón en su tejado.