El protagonista de la segunda sesión de la semana del Hércules fue el camerunés Stéphane Emaná, que se vio obligado a ver la segunda parte del entrenamiento sentado sobre la nevera portátil por precaución. El delantero recibió el pasado domingo un golpe del central del Badalona Robusté en la parte trasera de la pierna y esta mañana notó la zona cargada tras llevar tres cuartos de hora de entrenamiento. Nada serio aparentemente.

El propio Emaná negaba cualquier percance de gravedad a la salida del Rico Pérez. El ariete de 24 años disputó el domingo el partido completo por necesidad, debido a la justa ventaja que sacaba el Hércules al Badalona, pero la idea que tenía el cuerpo técnico era la de haberle dado algo de descanso durante la segunda parte.

El Hércules espera hoy la resolución de Competición sobre la quinta amarilla de Juanjo Nieto, a la que presentó alegaciones por considerar injusta. Por otro lado, el primer equipo disfruta hoy de una barbacoa en el estadio para hacer piña.