El cerebro del Hércules Diego Benito encumbró ayer al equipo alicantino hasta el liderato del grupo III en una tarde espesa que no pintaba demasiado bien por la falta de profundidad, fluidez y remate de los blanquiazules. Ante un Badalona bien pertrechado atrás, al Hércules le costó un mundo sacar el partido adelante y no lo consiguió hasta el minuto 62, cuando el organizador Diego Benito conectó un derechazo desde la frontal del área que acabó dentro de la portería con una importante dosis de fortuna, ya que el rechace del palo golpeó en el meta Morales, lo que provocó que acabara subiendo al marcador.
Al margen de la espesura en el juego y la ya reconocible falta de pegada, el Hércules rondó ayer el caos ya que su técnico Lluís Planagumà utilizó hasta cinco mediocentros: Fran Miranda, Diego Benito, Paco Candela, Chechu Flores y Pablo Íñiguez. El goleador fue sustituido de manera precipitada cuando parecía lesionado y el cuadro blanquiazul se dejó dominar demasiado por un Badalona limitado pero que dispuso de dos ocasiones claras en la segunda parte, la primera con un cabezazo del veterano Natalio y la segunda con un disparo lejano del mediapunta Santi que se estrelló en el larguero.
El vestuario del Hércules preparó el partido a conciencia y las pulsaciones estaban desatadas desde el pitido inicial, ya que el empate entre el Barcelona B y el Villarreal B ponía el liderato a tiro. Los locales comenzaron el duelo con brío y pudieron abrir el marcador a los pocos segundos con dos llegadas de mucho peligro protagonizadas por Pol Roigé, pero ambas murieron sin remate. El arranque eléctrico del Hércules se fue diluyendo con demasiada rápidez y el Badalona logró imponer el ritmo plomizo que quería. El cuadro de Planagumà no encontraba fisuras en el muro defensivo del conjunto de Calderé y bien pronto quedó de manifiesto que no era el día de Carlos Martínez. El punta catalán es la piedra angular del ataque blanquiazul y anda sin chispa y muy lejos del gol. En el minuto 12, recuperó el balón ante Nana pero después no supo finalizar un dos contra dos con Emaná como compañero de viaje.
El punta camerunés tardó una media hora en cogerle el aire al partido y su primera acción de peligro, en el 32', fue un remate de cabeza en un saque de esquina que se encontró con la respuesta de Morales, que evitó el gol. Sólo dos minutos después volvió a probar suerte con un derechazo desde fuera del área que el veterano meta rechazó con apuros. El balón quedó franco para Roigé, pero su disparo lo sacó «in extremis» un rival.
Planagumà no quiso variar el guión con ningún cambio al descanso y de nuevo Emaná rondó el gol, en el 51', al rematar de primeras un buen servicio de Roigé desde la derecha, pero un zaguero rechazó milagrosamente y envió a córner. El partido pudo tornarse definitivamente en pesadilla en el minuto 53, cuando el Badalona estuvo a punto de marcar el 0-1 en una contra aislada culminada por Natalio con un cabezazo que Falcón detuvo con muchos apuros e Íñiguez acabó despejando después en el área pequeña.
El primer cambio de Planagumà sorprendió ya que el Hércules necesitaba gol y velocidad y el técnico cambió a un pivote defensivo por otro (Candela por Miranda). Los locales siguieron percutiendo sobre la muralla del Badalona y al final fue Diego Benito el que encontró el premio en el 62' con un disparo desde la frontal que golpeó en el palo, rebotó en Morales y se fue para adentro.
Enfado monumental
Cuando el Hércules ya tenía el partido encarrilado y sólo necesitaba tranquilidad para matar a la contra, se produjo el accidentado cambio que varió todo el guión. Chechu Flores estaba preparado para salir por Juli, pero en ese momento Diego Benito se fue al suelo por molestias musculares y Planagumà decidió cambiar al madrileño. Pero este último comunicó al banquillo que podía seguir segundos antes de que el delegado Quique Sala diera la orden del cambio. El enfado de Planagumà fue monumental ya que quería continuar con Benito en el campo y ya era imposible.
Ya cometido el error, Chechu jugó ocho minutos como pivote por delante de Candela hasta que Planagumà decidió adelantar al central Pablo Íñiguez a esa posición y dar entrada a Álvaro Pérez junto a Samuel.
El Hércules se metió demasiado atrás y el mediapunta Santi envió el balón al larguero con un disparo lejano en el 71. El técnico blanquiazul pidió el apoyo de la grada y los minutos finales hubo más angustia por lo corto del marcador que por los ataques del Badalona.
