El Hércules condenó enérgicamente el suceso de las entradas tras el partido y aseguró que recabará toda la información por parte de sus aficionados e, incluso, ha puesto una cuenta de correo a disposición de los seguidores para que detallen lo sucedido. Pocos minutos antes del partido, el veto a los aficionados alicantinos llegó a oídos de Enrique Ortiz y Carlos Parodi, presentes en el palco del Antonio Puchades, y ambos trataron de interceder, sin éxito, ante el club che para solventar el problema. El Valencia volvió a repetir que la decisión estaba tomada por «razones de seguridad», pero prácticamente la totalidad de los aficionados ya había entrado a la Ciudad Deportiva gracias a la gentileza de los aficionados valencianistas. El Hércules comunicó su gran malestar por lo sucedido y que tomará cartas en el asunto para que no vuelva a suceder.