Demasiados problemas tenemos nosotros como para pensar en los que no podemos aportar ni voz ni voto. Algo así debió pensar el técnico del Hércules, Lluís Planagumà, antes de salir ayer a la rueda de prensa previa al partido del domingo en Paterna, adelantada un día por la festividad de hoy, 12 de octubre. «Sinceramente no hemos analizado su salida», respondía el técnico catalán a la primera pregunta que se le hacía sobre la todavía caliente dimisión de Quique Hernández como presidente del Hércules.

«No es un tema que nos interese o importe, seguimos trabajando igual, centrados en el día día», se limitó a decir Planagumà sobre el primer sobresalto de altura que se ha encontrado desde su llegada a Alicante. «Es un tema institucional, nosotros no podemos hacer nada, la gente del club que trabaja para eso, que siga haciendo lo que tiene que hacer».

El entrenador blanquiazul escenificó el blindaje que pretende para su grupo de futbolistas, al que no quiere que desvíe la atención ni un milímetro tras marchar líder del grupo tras un gran arranque de competición: «Cuando entramos al estadio giramos a la derecha, que es donde está el gimnasio y la sala de vídeo, y de ahí al campo. Todo lo que pase en la parte izquierda (los despachos) no tiene por qué afectarnos».

Tranquilidad en los futbolistas

En la misma tónica que su entrenador se confiesan los futbolistas del Hércules. «Lo único que puede sacar adelante esta situación es nuestra entrega en el campo», aseguraba una de las voces autorizadas del vestuario. «Esta situación no nos influye en nada a nosotros», resumía otro de los hombres importantes del equipo de un Planagumà que ya aseguró que el todavía presidente blanquiazul, Quique Hernández, apenas tenía contacto directo con los jugadores.

Por otra parte, el director deportivo Javier Portillo, que ya calmó el pasado miércoles al cuerpo técnico y a la plantilla tras el suceso, ayer lamentó la marcha del presidente de la entidad, con el que le une una estrecha amistad. Asimismo, alabó su gestión en estos ocho meses, pero también recordó que nadie está por encima del club: «Ni Quique, ni yo, ni Ramírez, ni Ortiz».

En este sentido, el club confirma que seguirá con muchas de las líneas trazadas por Quique, aunque racionalizará las entradas repartidas, principalmente para que no entren adultos con localidades de niños.