La marcha de Quique Hernández ha originado un profundo malestar en las peñas del Hércules. La afición estaba encantada con la cercanía del expresidente y teme que su salida de la entidad eche por tierra todo el trabajo que había desarrollado en los últimos ocho meses.

La peña Hérculanos Sin Fronteras no tardó en enviar un comunicado en la mañana de ayer en el que dejaba clara su postura. «Hablar de Quique Hernández es hablar de fútbol, es hablar de gloria y de reverdecer laureles de un Hércules al que sacó primero de la Segunda B y al que dirigió luego en la Segunda y en la máxima categoría. Es un hombre cercano, comprometido e implicado al cien por cien y en cuyo interior fluyen los colores blanquiazules», afirma el comunicado. Luis Mascaraque, presidente de la peña, se sentía apenado por la dimisión. «Me molesta que se haya ido, ha hecho una gran gestión y debería continuar ahora que el equipo está arriba del todo», apuntó.

Por su parte, Quique Tébar, presidente de la Asociación Herculanos, iba en la misma línea y se adhiere al comunicado de HSF. «Nos ha parecido muy inoportuna la marcha de Quique, ha sido un jarro de agua fría para t0do el herculanismo. Es imposible que aquí funcione algo bien. Ahora que en lo deportivo estamos levantando cabeza y se ha conseguido la concordia con la afición nos encontramos con este problema», afirma Tébar, al que recuerda este movimiento «a lo que pasó con Perfecto Palacio y Miguel Quintanilla en 2011». Es una pena y espero que se pueda reconducir la situación», lamenta el presidente de la Asociación Herculanos. Tampoco la peña de Guardamar acababa de creerse la salida de Quique Hernández. «Estábamos en un momento ilusionante en lo deportivo con el equipo arriba, se veía todo de otro color y esto es algo decepcionante», apuntó ayer Vicente Zaragoza, presidente de la peña. «Quique es un referente del herculanismo desde hace muchos años y se va con la faena por terminar. Es preocupante porque ahora es cuando la afición estaba ilusionada», dijo el peñista. Las peñas herculanas no han acogido de buen grado la marcha de Quique, un presidente cercano que les ha escuchado en todo momento.