La relación entre periodista y entrenador/jugador casi nunca navega por aguas tranquilas, pero reconozco que con Luis García Tevenet la tensión se cortaba con un cuchillo por momentos. Incluso mantuvimos alguna charla con puntos de vista muy diferentes y que casi siempre colisionaban, pero ahora, dos años después y coincidiendo con su regreso al Rico Pérez, quiero romper varias lanzas en favor del sevillano. Probablemente sea tarde, pero me lo pide el cuerpo. El sevillano cogió las riendas de un Hércules que por segundo año consecutivo se quedó a las puertas del ascenso contra el Cádiz y tuvo que lidiar con el desencanto de algunos jugadores a los que les costó asumir que debían regresar a Llagostera o Cornellà cuando se veían con pie y medio en Luceros pocas semanas antes. También es por todos sabido que los tres referentes atacantes de aquella plantilla (Chechu, Javi Flores y Nieto) pasaron aquel curso más tiempo en la enfermería que en el verde y que los delanteros David Mainz y Jesús Berrocal fracasaron con tanto estrépito como antes lo hicieron Fernando, Mariano o Gato.

Al Hércules de Tevenet le faltaba fútbol por las limitaciones de Checa y las intermitencias de Miñano, así como seguridad defensiva por las dudas de Dalmau, Fernando Román o Pol Bueso. Y algunos refuerzos llegados para marcar diferencias directamente ni aparecieron, como Franck Omgba. Pero nadie le puede negar al entrenador sevillano su abnegación en el trabajo ni su pasión. En los más de 15 años que llevo cubriendo la actualidad del Hércules he conocido técnicos de todos los pelajes y Tevenet pertenece al de los incansables. Vídeos, charlas motivacionales, análisis de rendimiento... Su cabeza echaba humo pero no encontraba soluciones en el césped (algo parecido le pasó a Pacheta o a Visnjic). Cuando en enero pidió al menos tres o cuatro fichajes para relanzar al equipo, la respuesta de Ramírez fue que no había un céntimo pese a todo lo recaudado en la Copa contra el Barcelona. Al final llegó el joven Juan Delgado como delantero y el veterano Lolo como recurso de urgencia para cubrir el eje de la zaga y el doble pivote. Ni que decir tiene que no eran lo que necesitaba el Hércules.

Tevenet regresa el domingo al Rico Pérez con buenas palabras y reconoce que su paso por Alicante le hizo mejor entrenador. No tenía entre manos la misma plantilla que ahora tiene Planagumà, pero su reflexión va más allá: "No puede ser que todos seamos tan malos: Pacheta, Manolo Herrero, Vicente Mir, Claudio Barragán, yo... Las críticas no deben centrarse siempre en el entrenador, hay que mirar más allá". Y que cada uno mire donde quiera.