El Hércules de Lluís Planagumà afronta el domingo (19.15 horas) un doble reto en el Nou Municipal de Cornellà: ganar sin Chechu Flores y salir indemne de un campo incómodo y que se le da especialmente mal. Ambas empresas son igual de complicadas y basta con echar la vista atrás para constatarlo.

La importancia de Chechu en el Hércules desde hace cinco años es total y absoluta. De hecho, es el único jugador de la plantilla confeccionada en verano de 2013 que aún sigue en Alicante. Sin él, el conjunto alicantino solo ha ganado 5 de los 38 partidos disputados. Con este dato queda claro su influencia en el juego y también la facilidad con la que sufre lesiones musculares. La última, el pasado domingo ante el Teruel. La rotura sufrida en el bíceps femoral le dejará fuera de combate aproximadamente un mes y Planagumà dará entrada a Juli en su lugar para que actúe por detrás de Carlos Martínez.

El joven técnico catalán tenía varias alternativas, pero se le han ido cayendo por molestias y lesiones. El camerunés Emaná trabajó ayer parcialmente con el grupo por primera vez en tres semanas y podría entrar en la convocatoria para Cornellà, pero su estado de forma es muy precario y sólo jugará unos minutos en la segunda parte si el duelo está cuesta arriba. Por su parte, Carlos Fernández está prácticamente descartado para esta jornada por una contractura muscular que le ha impedido trabajar durante toda la semana. El ariete jiennense ayer ni siquiera pisó el césped, al igual que Chechu.

Desde el cuerpo técnico y la dirección deportiva entienden que la lesión del capitán no debe ser tan determinante como cursos anteriores porque la plantilla es más amplia y Planagumà tiene fondo de armario.

Colección de sinsabores

El Nou Municipal de Cornellà tampoco se presenta a priori como un territorio propicio para sumar la quinta victoria en este incio de curso ya que el Hércules solo fue capaz de ganar allí en la primera temporada de esta última etapa en Segunda B, la 13/14, gracias a un error grosero del meta Craviotto.

Desde entonces, todo han sido sinsabores, con dos empates muy sufridos y la derrota de la temporada pasada, con mala salida de Falcón y gol de Enric Gallego, ahora llamando la atención de media España en Segunda con el Extremadura.

El campo del Cornellà, rival directo por entrar en la la promoción, es uno de los más incómodos del grupo III por sus reducidas dimensiones y su gastado césped sintético. La instalación está pegada al estadio Cornellà del Espanyol pero cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Se trata de un polideportivo por el que pasan todos los equipos de fútbol base y en el que los jugadores profesionales apenas pueden calentar antes de algunos encuentros si coincide que hay otros partidos.

El cuadro catalán presenta dos rostros perfectamente reconocibles para el aficionado herculano: el mediapunta José Gaspar y el delantero Manucho. El primero vistió de blanquiazul desde agosto de 2016 hasta enero de 2018. Se marchó del Hércules el pasado mercado de invierno para dejar su ficha a José Fran y casi asciende después a Segunda con el Cartagena.

Por su parte, el ariete Manucho, de 35 años, podría debutar el domingo contra el Hércules aunque su estado de forma no es el óptimo ya que no realizó la pretemporada con ningún equipo y fichó por el Cornellà con el mercado ya cerrado al estar en el paro. El delantero angoleño, de 1.88 metros, ha disputado 225 partidos en Primera y Segunda con el Valladolid y el Rayo Vallecano.