Si es cierto que el halago debilita, usted y los jugadores del Hércules deben empezar a flaquear...

Hay que ser conscientes de cómo llegan esos halagos, si no lo eres, entonces vienen los problemas. Tenemos muy claro que todo pasa por competir bien cada día para llegar a competir igual de bien o mejor en los partidos. Y por ahora los resultados refrendan todo el trabajo.

12 puntos de 12. ¿En sus mejores sueños esperaba algo así?

Cuando empiezas una temporada siempre quieres ganar todos los partidos y las primeras jornadas son especialmente complicados porque todos los equipos llevamos seis semanas preparando a conciencia el inicio de Liga. Se han dado mucha circunstancias para firmar este 12 de 12.

A diferencia de temporadas anteriores, este año está muy claro a lo que juega el Hércules. Nadie mejor que usted para explicarlo...

Nosotros fundamentalmente queremos competir bien en cada partido. En los cuatro primeros ya se han visto registros muy diferentes porque hemos jugado contra un rival replegado (Ontinyent), contra dos filiales muy ofensivos y combinativos (Villarreal B y Espanyol B) y en un campo (Ebro) pequeño y de césped artificial. Pero básicamente quiero un equipo vertical, que genere ocasiones, que vaya a por los partidos desde el principio y que cuando defienda esté pensando en atacar rápido. También hemos sabido sufrir y defender bien. Para todo ello es innegociable el compromiso de todos los futbolistas.

Le molesta que digan que su Hércules no quiere el balón...

Es que no es así, todo caerá por su propio peso y la gente lo verá. En el partido de presentación contra el Murcia dominamos muchos minutos y 10 días después, contra el Ontinyent en Liga, llevamos nosotros el peso del partido. Lo que quiero es crear muchas ocasiones, me da igual que lo hagamos dando 7 pases o 17, me es indiferente.

Ante el Espanyol B y el Villarreal B se pudo sentenciar en la primera parte, pero en la segunda no se generaron ocasiones y casi todo se confió en la defensa. ¿Era un plan establecido?

Estos dos filiales son equipos eminentemente ofensivos, de talento y gran capacidad física. Para nosotros, a estas alturas de Liga, es difícil mantener ese nivel tan alto de ritmo y de rápida toma de decisiones. La lectura positiva es que supimos sufrir y defender bien.

Desde verano repite como un mantra aquello de no frenar la ilusión...

Es que no debemos pararla, sino potenciarla, crear esa tribu que se desplace, que nos ayude, eso nos dé un plus respecto a otros equipos. Fue emocionante salir a calentar en Zaragoza y que sólo se oyeran los gritos y los tambores de nuestra gente. El comportamiento de la afición en la segunda parte contra el Espanyol B fue espectacular. Lo pasamos mal y ver cómo apretaban nos ayudó mucho. Algunos hablan de que tenemos suerte, pero no es así, aquí todo suma y la afición también. Que la afición disfrute y saboree este momento, nosotros no nos vamos a parar.

¿Qué le diría a los que aseguran que el grupo III este año es una bicoca por el bajón de los filiales y la salidas del Mallorca y el Elche?

Esta es mi quinta temporada en el grupo III de Segunda B y estoy convencido de que será igual de duro que siempre. Creo que los filiales (7) van a marcar mucho la competición porque en enero pueden hacer un esfuerzo económico imposible para el resto de equipos. Luego hay rivales que se han reforzado muy bien y estarán arriba seguro, como el Lleida, Sabadell, Alcoyano o Baleares.

Y el Cornellà ficha a Manucho...

Será otro rival a tener en cuenta seguro. Han cambiado este año su filosofía con la salida de su entrenador (Jordi Roger) y han firmado jugadores buenos de Segunda B como Eloy Gila, Goldar o Torres.

Usted dirigió a los filiales del Espanyol, Villarreal y Granada. ¿Cuáles son las principales diferencias en el vestuario respecto a un equipo profesional?

Ahora me dirijo a padres de familia en algunos casos y antes a chicos en proceso de formación, como jugadores y personas. En la vida pasas por etapas como emanciparte o ser padre y en un filial eso no existe. Pondré un ejemplo del partido del domingo ante el Ebro. En la charla previa hablamos de cómo hacer daño al rival pero siempre me gusta añadir un matiz personal y psicológico. Les dije a los jugadores que desde Alicante iban a venir muchos aficionados, algunos de ellos mayores, que tienen el Hércules casi como una religión, y que teníamos que hacerles felices, porque en vez de quedarse en casa con sus familias o amigos, se pegaron una paliza en coche para apoyarnos. Ese mensaje caló en el vestuario porque algún futbolista me lo dijo luego en el viaje. Y en un filial es difícil llegar a los chicos con estas cosas. Hace poco hablaba con Miguel Álvarez (técnico del Villarreal B) y me reconocía que, en un filial, no ves desde fuera las dificultades que hay dentro. Y por eso entendía que yo hubiera querido buscar otros retos.

En este formato de Segunda B es una gran ventaja acabar líder. ¿Es el objetivo?

Está claro, te da una oportunidad más. Pero a eso solo se llega ganando el siguiente partido, no vemos más allá de eso, no tendría sentido y nos despistaría.

Esta es su primer experiencia en un club con la historia y la afición del Hércules. ¿Se ha acostumbrado a la repercusión en los medios, en las redes sociales, en la calle...?

No me ha sorprendido, sabía dónde venía, pero sí es verdad que todo lo que se está generando ha sido en muy poco tiempo. Intento no desviarme en el día a día porque el trabajo es la clave del éxito, no hay más. Respecto a las redes sociales, las uso sobre todo para informarme, pero no interactúo con los aficionados por ahí porque prefiero hacerlo cara a cara si se da la ocasión. Las RRSS son el futuro de la comunicación y nuestros hijos ya están con ellas desde pequeños, hay que saber cómo funcionan.

Dijo David Gallego (técnico del Espanyol B) que el Hércules tiene la mejor plantilla de Segunda B...

Es muy atrevido decir eso, es una frase hecha que queda bien, pero hay que conocer las 80 plantillas...yo sé que la nuestra es competitiva y estoy contento con ella.

También aseguró que Carlos Martínez es el mejor jugador de la categoría...

Estoy de acuerdo con David Gallego en que Carlos es un jugador diferencial en Segunda B. Es vistoso, piensa antes que el resto, genera muchas cosas alrededor de él. Yo lo conozco desde que jugaba en Regional, a mí no me ha sorprendido.

Ha participado directamente en cinco de los seis goles...

A él le beneficia el sistema con dos referencias arriba, hay distintos tipos de apoyos, desmarques y automatismos creados. Y si piensas más rápido que los demás...

¿Cómo se explica que a sus 32 años no haya jugado en Segunda con esas condiciones?

Quiso estudiar (es abogado) y el fútbol lo tenía más como afición, nunca quiso ir más arriba a cambio de sacrificar otros aspectos. Luego fue al filial del Villarreal a disfrutar y de ahí a Japón. Lo conozco desde hace muchos años y es un jugador que rinde y multiplica con el contexto idóneo. Pero también es cierto que si el contexto no es el idóneo y no se encuentra cómodo, no rinde, yo lo vi en varios equipos catalanes.

Hasta Falcón empieza a dar puntos...

No es una sorpresa que sea buen portero. Todos los jugadores que siguen del año pasado saben que tienen una deuda moral y profesional con su rendimiento del año pasado.

¿Le preocupa que Emaná solo haya jugado media hora por las lesiones musculares?

Tiene un potencial físico enorme, no se mide. Si lo frenamos, perderemos su esencia. Estamos poniendo los cinco sentidos en que vuelva más fuerte.

¿Le seducen los métodos de trabajo de algún entrenador?

A nivel personal y profesional para mí ha sido importantísimo Marcelino García Toral (coincidieron en el Villarreal). Es el mejor entrenador por su cercanía, método y profesionalidad. Es un referente, le admiro.