P Es un técnico muy precoz. ¿Con qué edad empezó a entrenar?

R Con 15 años. Entrenaba y jugaba. A los 17 me llamó el Espanyol para coger al benjamín y dejé de jugar porque el banquillo era vocacional.

P En la cantera del Espanyol y el Villarreal dirigió a jugadores que ahora están en la élite. ¿Cuál le llamó más la atención?

R No sabría decir uno solo. Hay niños que ya marcan diferencias desde benjamines, como el caso de Marc Bartra, que lo fichamos para el Espanyol antes de ir al Barça, ya se veía que era distinto, como Isaac Cuenca. Álex Gallar tenía muy buenas condiciones, Gerard Moreno mucho gol. Y, por ejemplo, Mariano tenía gol pero físicamente era débil. Ahora lleva el 7 del Real Madrid...

P Pacheta reconocía que su sueño era entrenar al Espanyol. ¿El suyo también?

R Es evidente. Empecé entrenando a su benjamín y acabé en el filial. El sueño es llegar al primer equipo, como un jugador que empieza desde niño, pero sinceramente no pienso en eso ahora. El Hércules es otro histórico que no está donde merece y hay que devolverle a su sitio.

P ¿Qué hace para desconectar del fútbol en su tiempo libre?

R Hago deporte sobre todo, pero también paseo por el centro y me tomo una cerveza tranquilo si se presenta la ocasión. Pero hoy en día el entrenador tiene poco tiempo libre.

P Como barcelonés y catalán, ¿cómo valora la situación política por el independentismo?

R Soy de Barcelona y vivo en Barcelona. Ahí no hay tanta tensión ni inquietud por el tema, lo digo de verdad. Es cierto que la situación es compleja y los políticos son los que deben tomar cartas en el asunto y arreglarla antes que los extremos se hagan más extremos, por ambos bandos.