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El Hércules vuela alto sin balón

La inspiración de Falcón aúpa al cuadro alicantino al liderato provisional en un partido marcado por el planteamiento defensivo de Planagumà

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Falcón y Carlos aúpan al Hércules al liderato provisional

No hay quien detenga al Hércules en este inicio de curso 18/19, ni siquiera un rival que se planta en el Rico Pérez y consigue un 70% de posesión de balón. Los blanquiazules firmaron la tercera victoria consecutiva (mejor arranque desde 1999) ante un Espanyol B que dominó el partido de manera abrumadora en la segunda parte pero chocón con la inspiración de Falcón, que probablemente firmó su mejor encuentro desde que regresara al Hércules.

El planteamiento defensivo de Lluís Planagumà estaba bien claro: entregar el balón al oponente y liquidarlo con contragolpes rápidos. El guión salió a pedir de boca en la primera parte y sólo la falta de puntería de Chechu Flores evitó que el partido quedara resuelto al descanso, ya que desperdició hasta tres ocasiones ante el meta Edu. En la reanudación faltó hacer daño en el área rival y el Hércules sufrió lo indecible pertrechado en su parcela de campo, por lo que se encomendó a un Falcón que por fin sonrió e hizo sonreír al Rico Pérez. El meta gaditano dejó en Alicante tres puntos que aúpan al equipo al liderato provisional, con nueve puntos sobre nueve, y a expensas de lo que haga hoy el sorprendente Conquense en su visita al filial del Girona.

Ayer volvió a quedar de manifiesto la comunión de la grada con este proyecto diseñado por Portillo, entrenado por Planagumà y liderado en el campo por el talentoso Carlos Martínez y por los veteranos Chechu y Juli. Cuando más flaqueaban las fuerzas por el abrumador dominio del filial, más arengaban los 7.000 fieles.

El duelo no pudo comenzar mejor para un Hércules con la confianza por las nubes tras las victorias agónicas ante el Ontinyent y el Villarreal B. En su primera aproximación al área perica (2´), el lateral alicantino Nani puso un buen servicio desde la izquierda y Carlos Martínez se adelantó de cabeza al portero para abrir el marcador (1-0). Todo demasiado bonito para ser verdad. La presión agresiva ordenada por Planagumà surtía efecto y al Espanyol B le costaba mucho salir con el balón jugado. Cuando lo perdía, corría mal hacia atrás y el Hércules generó hasta cuatro ocasiones muy claras para firmar el 2-0, tres de Chechu y una de Carlos Martínez. El extremo jiennense, que volvió a actuar en la banda izquierda por la entrada de Juli en el once como segundo delantero, se mostró errático en la definición para desesperación de una grada que veía venir el sufrimiento, ya que el Espanyol B superaba líneas y avanzaba metros con mucha facilidad, aunque Falcón realmente no tuvo que intervenir en el primer acto.

Tras el descanso el panorama cambió sensiblemente porque el filial se fue creciendo con el paso de los minutos al ver que el Hércules ya no contragolpeaba con peligro y el balón no le duraba ni cinco segundos. Los jóvenes pericos (algunos de ellos con clara dinámica de primer equipo) se soltaron y encerraron a los blanquiazules en su parcela. Las rápidas salidas al primer toque de Juli, Pol Roigé, Chechu y Carlos no aparecían y el primer aviso llegó en el 49´. Campuzano se coló en el área tras la única indecisión de Íñiguez en el partido pero, en posición escorada, definió blando a las manos de Falcón.

El Espanyol B volvió a meter el susto en el cuerpo a los blanquiazules sólo cinco minutos después (54´) con un remate dentro del área de Ferrán que de nuevo el gaditano repelió con una buena mano en el primer palo. Estos dos primeros avisos pericos espolearon a los visitantes y Planagumà buscó (sin encontrarlo) aire fresco con la entrada de José Fran por Juli. El santapolero no mejoró al alcoyano y el Hércules siguió pertrechado en su campo a la espera de que amainara el temporal. Pero estos partidos en el Rico Pérez ante filiales tan talentosos son eternos porque nunca regalan el balón, apenas fallan pases y siempre mantienen a los locales en tensión y sin parar de correr.

En el 66´, una mala entrega de Nani propició otro ataque que no acabó en gol de milagro y la parada de verdadero mérito de Falcón llegó en el minuto 80. El mediocentro Pol recibió botando el balón en posición centrada fuera del área y su medida volea envió el balón hacia la escuadra, donde se encontró con las dos manos del meta gaditano, que literalmente voló. Probablemente su mejor parada de los dos últimos años.

El tramo final de encuentro, con cinco minutos de añadido, fue agónico, con la grada encendida y el Hércules intentando perder tiempo de todas las maneras posibles. Planagumà, desde la grada, agotó los cambios con la entrada de Carlos Fernández y el colombiano Alvarado y finalmente los tres puntos se quedaron en Alicante justo cuando empezaba a llover con fuerza.

Este arranque inmaculado con tres victorias consecutivas refuerza un proyecto blanquiazul en el que los jugadores ya creen ciegamente. El compromiso y la entrega es innegable. La dosis de fortuna necesaria para decantar los partidos igualados ya ha aparecido y ahora queda lo más difícil, mantener el nivel de exigencia como hiciera el Mallorca el año pasado. Con la salida del cuadro balear y el Elche, queda el Hércules como gran favorito. A Planagumà no le asusta. Es más, lo tiene interiorizado y se lo hace ver a los jugadores. Es innegable que esto tiene buena pinta.

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