No hay barreras para el estado de la felicidad declarado en el entorno del Hércules. Y no las hay porque el pasado reciente es muy negro y la actualidad invita a soñar. El técnico blanquiazul, Lluís Planagumà, ha enarbolado la bandera de la ilusión y no se baja de ella. "Vamos a creérnoslo, eso sí, tenemos la misma humildad que el resto, no nos creemos ni mejores que nadie pero tampoco peores. Hay que pensar siempre en el siguiente partido hasta llegar a la jornada 38".

El próximo reto de este Hércules que ha sumado seis puntos de seis será la visita del filial de Espanyol al Rico Pérez este sábado (19 horas). Recién ascendido de Tercera División, pero con unas referencias inmejorables. "Es un equipo muy trabajo, con perfil ofensivo y con un posicionamiento atípico que el resto", revela un Planagumà que conoce la casa "perica" al dedillo. "Generan muchas posiciones interiores, muchos tipos de desmarques distintos y son verticales". Además, el técnico herculano puso en valor el hecho de que el Espanyol B mantiene el mismo bloque que descendió a Tercera hace dos temporadas, que fue el que retornó a la categoría de bronce hace unos meses: "Han arrasado el último año y tienen la connotación de haber sufrido un descenso, eso se interioriza y será sin duda uno de los mejores partidos de esta temporada".

Tanta loa no amedrenta a un Hércules que seguirá con idéntico dibujo e incluso idéntico once inicial. "Nunca variaremos en función del rival. No". Así de rotundo despejaba dudas un Planagumà que por el momento no ha tenido demasiadas complicaciones para gestar las convocatorias, entre lesiones, forma física y sanciones. "Luego se va a poner difícil, cuando hay lesión es desgracia de uno y alegría de otro jugador que competirá igual o mejor", destacó Planagumà.

El caso Emaná

El técnico del Hércules trató de quitar hierro al "asunto Emaná", lesionado por segunda vez en menos de un mes. "Tiene unas características físicas muy claras, es muy explosivo y es cierto que tiene una trayectoria a nivel muscular que hay que hacerle un trabajo distinto reforzado". "Stéphane [Emaná] es un chico muy explosivo que no se mide ni entrenando ni compitiendo. Se expone continuamente a la lesión, pero yo quier que todos den el 200%, si no, no jugarán". Aun así, Planagumà normalizó la situación: "Debemos verlo como algo habitual, lesiones hay en todos los equipos y la de Candela, por ejemplo, fue un golpe fortuito, aquí da la sensación de que se magnifican las cosas".