Queda un mundo para que el Hércules se juegue las habichuelas del ascenso pero lo que parece claro es que la fortuna está por la labor de echar una mano esta temporada. Si el conjunto de Planagumà encontró premio en la primera jornada con un gol de Juli en el minuto 91 (que debió llegar mucho antes), ayer volvió a sonreír en el descuento, pero esta vez el desenlace fue de lo más surrealista. De hecho, la jugada del gol decisivo probablemente dé hoy la vuelta a toda España y parte del mundo, ya que un despeje de Juanjo Nieto, en el minuto 93, desde su propio campo se convirtió en el 1-2 gracias a un resbalón inoportuno del meta del Villarreal B. El joven Joan cayó hacia atrás y, desde el suelo, sólo pudo ver cómo el balón entraba lentamente en su portería para incredulidad de los presentes, tanto de un bando como del contrario, ya que el autor del tanto fue el primer sorprendido.
El golpe de suerte llegó cuando el partido se encaminaba definitivamente a un empate con sabor amargo para los blanquiazules, que fueron muy superiores en la primera parte y en la segunda se adelantaron cuando peor lo estaban pasando. Un contragolpe de libro con pase de Carlos Martínez y ejecución de Stephane Emaná permitió al Hércules abrir el melón en el 68', aunque debió hacerlo mucho antes ya que, en el primer acto, Chechu Flores y el punta barcelonés dispusieron de tres ocasiones claras delante del portero, que entonces sí se mostró inspirado.
Con esta segunda victoria en dos jornadas, el equipo de Lluís Planagumà y el Conquense se sitúan al frente de la tabla, aunque el liderato es para el conjunto manchego debió a que tiene mejor diferencia de goles. La Liga no ha hecho más que comenzar, pero en este Hércules se aprecian las señas de identidad bien definidas y, a diferencia de temporadas anteriores, destaca por la facilidad con la que genera ocasiones. Al técnico no le preocupa demasiado la posesión ni el dominio del centro del campo, pero exige verticalidad y agresividad. Y si esta receta se sigue a rajatabla con buenos mimbres, se puede soñar con salir de este pozo.
{C}{C}
En la primera parte, el Hércules desperdició tres oportunidades manifiesta delante del meta Joan y una cuarta aproximación en la que sólo faltó que el pase hacia atrás de Juanjo Nieto desde la línea de fondo encontrara algún destinatario amigo y no las manos del portero.
Pero las ocasiones verdaderamente peligrosas las protagonizaron Chechu Flores y Carlos Martínez. La primera llegó en el minuto 17 con un gran centro al segundo palo de Nieto que el capitán remató mal de cabeza en posición inmejorable. Picó demasiado el balón, que se marchó por encima del larguero.
En el 25', Pol Roigé, Chechu y Carlos trazaron un contragolpe de libro que culminó con un mano a mano del punta barcelonés con el portero, quien finalmente rechazó con los pies el disparo raso que buscaba el primer palo.
Por último, Chechu también disfrutó de su oportunidad delante de Joan, en el 34', pero su zurdazo cruzado fue bien resuelto por Joan, que acabaría siendo el protagonista del duelo con su resbalón en el descuento. La paupérrima aportación de los extremos Pol Roigé y José Fran en este primer acto evitó que el Hércules tuviera más llegadas, mientras que el Villarreal B sólo inquietó, en un saque de esquina, con un cabezazo del pivote Lomotei que no encontró portería.
El partido se igualó en la segunda parte y el filial amarillo se adueño del balón desde el principio ante un cuadro alicantino al que le faltaba agresividad y, sobre todo, tener algo más de posesión. Falcón intervinó con acierto en dos disparos en los minutos 46 y 49 y Planagumà reaccionó rápido desde la grada. Desde allí le comunicó a su ayudante, José Vegar, que diera entrada a Stephane Emaná en el 56'. El debut del punta camerunés no pudo ser mejor ya que en el 68' firmó el 0-1 al batir con la zurda al meta en un mano a mano. La acción fue de las que más gustan a Planagumà: un contragolpe letal. El talentoso Carlos Martínez sirvió un pase excelso a la espalda de los centrales y la potencia de Emaná hizo el resto.
El Hércules quiso que el partido muriera ahí, pero quedaban demasiados minutos y no era buen negocio atrincherarse cerca del área. Aún así apenas sufrieron los alicantinos hasta que una falta de Fran Miranda en el borde del área (85') supuso el peor de los castigos por la buena ejecución del lateral Quintillà (1-1).
Al equipo de Planagumà ya no le quedaban fuerzas para volver a remar hacia la portería de Joan y a Pol Roigé le faltó oxígeno y claridad de ideas para definir dentro del área en el 92'. Juanjo Nieto corrió hacia su campo para recuperar el balón, lo despejó al cielo y ahí llegó el letal resbalón de Joan que dio el triunfo al Hércules.
